I. Introducción
⌅En el presente trabajo me propongo mostrar que, en la filosofía práctica madura de Kant, el cultivo de la virtud y la educación son necesarios para dar cuenta del progreso de las comunidades políticas y ética, a la vez que ello puede abordarse de forma integrada desde el paralelo ético-político.
Principalmente, de acuerdo con los escritos
2
En
el presente trabajo todas las referencias a las obras de Kant se citan
indicando, primero, la sigla de la obra correspondiente, seguido por el
volumen y la página de Kants gesammelte Schriften (publicados por la Preussische Akademie der Wissenschaften,
Berlín), seguido, entre corchetes, por la página en las traducciones
castellanas indicadas en las referencias bibliográficas. Asimismo, se
indicará al final de la referencia cuando la traducción haya sido
modificada.
de La religión dentro de los límites de la mera razón, La paz perpetua y la Metafísica de las costumbres, podemos decir que en la década de 1790 Kant se centró en el punto de vista del paralelo ético-jurídico político,3
Para un análisis del paralelo ético-jurídico en dichas obras prácticas kantianas la década de 1790, pueden consultarse: Quiroga 2021; Quiroga 2022a.
según el cual la tarea y deber
del género humano adquiere dos perspectivas diferentes: desde el punto
de vista jurídico político, para los seres humanos, que se hallan en una
situación de inevitable coexistencia de las libertades externas, es un
deber (jurídico) salir del estado de naturaleza jurídico y conformar
comunidades políticas (repúblicas), es decir, pasar a un estado
jurídico–civil con una justicia distributiva (MS, 6: 306–307, [136–137]Kant, Immanuel, 1797, (MS): Die Metaphysik der Sitten, en Gesammelte Schriften, tomo VI, pp. 205-493. [Metafísica de las costumbres, trad. A. Cortina Orts y J. Conill Sancho, Altaya, Barcelona, 1996].
);
así también, para los Estados, que se hallan en sus relaciones externas
entre sí en estado de naturaleza, es un deber salir de dicho estado y
pasar a una condición jurídica bajo la forma de una progresiva
Federación de Estados libres, hasta abarcar a todos los Estados,
mediante lo cual se puede lograr la paz perpetua, es decir, el bien
supremo político (ZeF, 8: 356, [257–258]Kant, Immanuel, 1795, (ZeF): Zum ewigen Frieden, en Gesammelte Schriften, tomo VIII, pp. 341-386. [La paz perpetua, trad. F. Rivera Pastor, Porrúa, Ciudad de México, 2007].
; MS, 6: 344, [182], 350, [190]; 355, [196]Kant, Immanuel, 1797, (MS): Die Metaphysik der Sitten, en Gesammelte Schriften, tomo VI, pp. 205-493. [Metafísica de las costumbres, trad. A. Cortina Orts y J. Conill Sancho, Altaya, Barcelona, 1996].
).
Paralelamente, desde el punto de vista ético, los miembros de una
comunidad política tienen el deber (ético) de abandonar el estado de
naturaleza ético en el que se encuentran, y elegir libremente conformar
una comunidad ética en la Tierra que abarque a toda la humanidad (RGV, 6: 93–96, [117–120]Kant, Immanuel, 1793, (RGV): Die Religion innerhalb der Grenzen der bloßen Vernunft, en Gesammelte Schriften, tomo VI, pp. 1-102. [La religión dentro de los límites de la mera Razón, trad. F. Martínez Marzoa, Alianza, Madrid, 2007].
), mediante la cual se puede lograr el bien supremo comunitario (RGV, 6: 97, [122]Kant, Immanuel, 1793, (RGV): Die Religion innerhalb der Grenzen der bloßen Vernunft, en Gesammelte Schriften, tomo VI, pp. 1-102. [La religión dentro de los límites de la mera Razón, trad. F. Martínez Marzoa, Alianza, Madrid, 2007].
).4
Sobre el tratamiento del paralelo entre el bien supremo comunitario y el bien supremo político, véanse: Rossi 2005, pp. 99–101, 108; Guyer 2011, pp. 114–118; Cavallar 2015, pp. 21–23, 30–40, 134–137; DiCenso 2019a, pp. 44–45; Quiroga 2022a, pp. 10–11.
Ahora bien, promover estos fines requiere del desarrollo moral
de los seres humanos. Kant piensa en los seres morales racionales, no
como seres aislados, sino como seres encarnados en un contexto social e
histórico. Como dice desde Idea de una historia universal desde un punto de vista cosmopolita y, luego, en La religión y en la Antropología desde un punto de vista pragmático:
es en la dimensión social, antropológica e histórica que se desarrollan
sus disposiciones y en las cuales también encuentran obstáculos para su
desarrollo (IaG, 8: 20–21, [33–34]Kant, Immanuel, 1784, (IaG): Idee su einer allgemeiner Geschichte in Weltbürgerlicher Absicht, en Gesammelte Schriften, tomo VIII, pp. 15-30. [Idea de una historia universal desde un punto de vista cosmopolita, trad. E. García Belsunce, Prometeo Libros, 2008].
; RGV, 6: 27, [44]; 93, [118]Kant, Immanuel, 1793, (RGV): Die Religion innerhalb der Grenzen der bloßen Vernunft, en Gesammelte Schriften, tomo VI, pp. 1-102. [La religión dentro de los límites de la mera Razón, trad. F. Martínez Marzoa, Alianza, Madrid, 2007].
; AP, 7: 272, [179]; 277, [186]Kant, Immanuel, 1798, (AP): Anthropologie in pragmatische Hinsicht, en Gesammelte Schriften, tomo VII, pp. 117-330. [Antropología en sentido pragmático, trad. D.M. Granja, G. Leyva y P. Storandt, Fondo de Cultura Económica, Ciudad de México, 2014].
). Dichos obstáculos están dados por las distintas formas del mal social,
5
Para una lectura del mal radical en el paralelismo ético-jurídico, véanse: Rossi 2005, pp. 77–85; DiCenso 2019a, pp. 30–32, 38–45; Quiroga 2021, pp. 316–335; Quiroga 2022a, pp. 8–10.
el cual es entendido como
guerras y hostilidades (efectivas o latentes), esto es: como un estado
de injusticias, desde el punto de vista jurídico-político, y como un
estado de disputas a los principios de virtud, desde el punto de vista
ético (RGV, 6: 94, [118]; 97, [122]Kant, Immanuel, 1793, (RGV): Die Religion innerhalb der Grenzen der bloßen Vernunft, en Gesammelte Schriften, tomo VI, pp. 1-102. [La religión dentro de los límites de la mera Razón, trad. F. Martínez Marzoa, Alianza, Madrid, 2007].
; MS, 6: 343, [181]Kant, Immanuel, 1797, (MS): Die Metaphysik der Sitten, en Gesammelte Schriften, tomo VI, pp. 205-493. [Metafísica de las costumbres, trad. A. Cortina Orts y J. Conill Sancho, Altaya, Barcelona, 1996].
).
Frente a ello, encontramos nuevamente un paralelismo: tanto la virtud
ética, dada por el deber de autoperfección y de beneficencia,6
Sobre el punto de vista ético de la virtud para el progreso, véanse: Moran 2012, pp. 163–167; Roth y Surprenant 2011, pp. xv–xviii; Baron 2014, pp. 74–81.
como la virtud política, dada por la virtud cívica, la virtud de los políticos7
Sobre el punto de vista político de la virtud para el progreso, véanse: Guyer 2012, pp. 115–118; LaVaque-Manty 2012, pp. 210–211, 222; Maliks 2014, pp. 77–78; Cavallar 2015, pp. 133–136, 139–146; DiCenso 2019a, pp. 31–32, 41–45; DiCenso 2019b, p. 135.
y la de los gobiernos, representan una salida colectiva para contrarrestar esos obstáculos y avanzar en el progreso moral (RGV, 6: 95–96, [120–121]Kant, Immanuel, 1793, (RGV): Die Religion innerhalb der Grenzen der bloßen Vernunft, en Gesammelte Schriften, tomo VI, pp. 1-102. [La religión dentro de los límites de la mera Razón, trad. F. Martínez Marzoa, Alianza, Madrid, 2007].
; AP, 7: 329–330, [244]Kant, Immanuel, 1798, (AP): Anthropologie in pragmatische Hinsicht, en Gesammelte Schriften, tomo VII, pp. 117-330. [Antropología en sentido pragmático, trad. D.M. Granja, G. Leyva y P. Storandt, Fondo de Cultura Económica, Ciudad de México, 2014].
). Tal progreso implica que los seres humanos puedan alcanzar el desarrollo completo de sus disposiciones naturales (IaG, 8: 18–19, [29–30]Kant, Immanuel, 1784, (IaG): Idee su einer allgemeiner Geschichte in Weltbürgerlicher Absicht, en Gesammelte Schriften, tomo VIII, pp. 15-30. [Idea de una historia universal desde un punto de vista cosmopolita, trad. E. García Belsunce, Prometeo Libros, 2008].
; LP, 9: 441, [30]; 445, [33]Kant, Immanuel, 1803, (LP): Pädagogik, en Kants Werke, tomo IX, pp. 437-500 [Pedagogía, trad. L. Luzuriaga y J.L. Pascal, Akal, Madrid, 2003].
; MS, 6: 387, [238]Kant, Immanuel, 1797, (MS): Die Metaphysik der Sitten, en Gesammelte Schriften, tomo VI, pp. 205-493. [Metafísica de las costumbres, trad. A. Cortina Orts y J. Conill Sancho, Altaya, Barcelona, 1996].
). Ahora bien, en las Lecciones de Pedagogía y en la Antropología, Kant dice que el medio necesario para lograr este fin para la especie es la educación8
Sobre la educación como medio para el progreso, véanse: Herman 1998, pp. 264–268; Moran 2012, pp. 129, 158–167; Kuehn 2011, pp. 64–66; LaVaque-Manty 2012, pp. 209–222; Kleingeld 2012, pp. 172–173; Cavallar 2015, pp. 117–125, 133–146; Vanden Auweele 2015, pp. 375–379, 385–389; DiCenso 2019a, pp. 35–52.
(LP, 9: 445–447, [33–35]Kant, Immanuel, 1803, (LP): Pädagogik, en Kants Werke, tomo IX, pp. 437-500 [Pedagogía, trad. L. Luzuriaga y J.L. Pascal, Akal, Madrid, 2003].
; AP, 7: 324–325, [238]Kant, Immanuel, 1798, (AP): Anthropologie in pragmatische Hinsicht, en Gesammelte Schriften, tomo VII, pp. 117-330. [Antropología en sentido pragmático, trad. D.M. Granja, G. Leyva y P. Storandt, Fondo de Cultura Económica, Ciudad de México, 2014].
).
De ahí que podemos preguntarnos: ¿En qué consiste este trabajo del ser humano para el progreso moral? ¿Cuál es el rol que tiene la educación para el cultivo de la virtud? ¿Podemos educarnos para ejercer la autonomía? ¿Puede cultivarse la virtud de un buen ciudadano o gobernante? ¿Tiene la educación un fin para la humanidad como especie?
Con el propósito de abordar estas cuestiones: en primer lugar, mostraré que la tarea y el deber del ser humano del progreso moral hacia una unidad cosmopolita se puede explicar en relación con el destino de la humanidad. Luego, argumentaré que el trabajo de los seres humanos radica en el cultivo de la virtud, que es un deber que podemos llamar ético-político, en el sentido de que las disposiciones morales de los individuos se desarrollan socialmente y sirven a fines que son comunitarios. Por último, argumentaré, desde una visión integrada del paralelismo ético-político, que la educación es un medio necesario y clave para lograr el progreso de las comunidades.
II. El deber de progreso moral y el destino de la humanidad
⌅Kant establece, desde el paralelo ético-jurídico, que los seres humanos tenemos tanto el deber moral jurídico de promover comunidades políticas hasta abarcar un cosmopolitismo político, como el deber moral ético de promover una comunidad ética o cosmopolitismo moral, que es necesario para un completo desarrollo moral. 9 Respecto del cosmopolitismo en Kant como un cosmopolitismo jurídico y también ético, véanse: Kleingeld 2012, pp. 161–164; Cavallar 2015, pp. 2, 21–30; Quiroga 2022a, pp. 6–12.
Tenemos el deber moral de buscar el progreso “desde lo peor hacia lo mejor”, y podemos evaluar dicho progreso en el desarrollo histórico moral de la humanidad. En otras palabras, la idea del deber jurídico y del deber ético de progreso moral guía la tarea de intentar realizarlo en el desarrollo histórico y antropológico.
Desde el
punto de vista jurídico-político, primero, se establece, de acuerdo a la
razón práctica, que los seres humanos deben abandonar el estado de
naturaleza jurídico (caracterizado como un estado sin ley y sin
autoridad, y por ello, un estado de latentes guerras y hostilidades); y
que deben establecer una sociedad civil, es decir, una unidad bajo leyes
públicas jurídicas (MS, 6: 313, [142]Kant, Immanuel, 1797, (MS): Die Metaphysik der Sitten, en Gesammelte Schriften, tomo VI, pp. 205-493. [Metafísica de las costumbres, trad. A. Cortina Orts y J. Conill Sancho, Altaya, Barcelona, 1996].
), cuya forma de gobierno tiene que adecuarse a la idea de “una república pura”
10
Véanse también: TP, 8: 290, [42]; ZeF, 8: 349–351, [253–254].
(MS, 6: 340–341, [179]Kant, Immanuel, 1797, (MS): Die Metaphysik der Sitten, en Gesammelte Schriften, tomo VI, pp. 205-493. [Metafísica de las costumbres, trad. A. Cortina Orts y J. Conill Sancho, Altaya, Barcelona, 1996].
).
Si tal adecuación no se puede realizar de una vez, cada Estado tiene la
obligación de ir modificándose para acercarse cada vez más a una
constitución perfectamente justa, que es “el fin último de todo derecho
público, aquel estado en que cada uno puede atribuírsele lo suyo perentoriamente (MS, 6: 341, [179]Kant, Immanuel, 1797, (MS): Die Metaphysik der Sitten, en Gesammelte Schriften, tomo VI, pp. 205-493. [Metafísica de las costumbres, trad. A. Cortina Orts y J. Conill Sancho, Altaya, Barcelona, 1996].
).
Segundo,
dado que el concepto general del derecho público contiene tanto al
derecho político como al derecho de gentes y al derecho cosmopolita (MS, 6: 311, [140]Kant, Immanuel, 1797, (MS): Die Metaphysik der Sitten, en Gesammelte Schriften, tomo VI, pp. 205-493. [Metafísica de las costumbres, trad. A. Cortina Orts y J. Conill Sancho, Altaya, Barcelona, 1996].
),
se requiere también una condición jurídica para la relación externa
entre los Estados, y para los miembros de un Estado con los miembros de
los demás Estados. Kant dice:
[L]a razón practico-moral expresa en nosotros su veto irrevocable: no debe haber guerra;
ni guerra entre tú y yo en el estado de naturaleza, ni guerra entre
nosotros como Estados que, aunque se encuentran internamente en un
estado legal, sin embargo, exteriormente (en su relación mutua) se
encuentran en un estado sin ley; porque éste no es el modo en que cada
uno debe procurar su derecho. (MS, 6: 354, [195]Kant, Immanuel, 1797, (MS): Die Metaphysik der Sitten, en Gesammelte Schriften, tomo VI, pp. 205-493. [Metafísica de las costumbres, trad. A. Cortina Orts y J. Conill Sancho, Altaya, Barcelona, 1996].
)
La condición jurídica internacional debe ser la Federación de Estados libres, sólo mediante la cual es posible contrarrestar todas las guerras presentes o futuras (ZeF, 8: 356–357, [258–259]Kant, Immanuel, 1795, (ZeF): Zum ewigen Frieden, en Gesammelte Schriften, tomo VIII, pp. 341-386. [La paz perpetua, trad. F. Rivera Pastor, Porrúa, Ciudad de México, 2007].
; MS, 6: 351, [191]Kant, Immanuel, 1797, (MS): Die Metaphysik der Sitten, en Gesammelte Schriften, tomo VI, pp. 205-493. [Metafísica de las costumbres, trad. A. Cortina Orts y J. Conill Sancho, Altaya, Barcelona, 1996].
), y avanzar hacia una comunidad pacífica universal o sociedad cosmopolita, jurídica y no ética, que contenga progresivamente a todas las Repúblicas (ZeF, 8: 355–356 [257–258]Kant, Immanuel, 1795, (ZeF): Zum ewigen Frieden, en Gesammelte Schriften, tomo VIII, pp. 341-386. [La paz perpetua, trad. F. Rivera Pastor, Porrúa, Ciudad de México, 2007].
; MS, 6: 354–355, [195–196]Kant, Immanuel, 1797, (MS): Die Metaphysik der Sitten, en Gesammelte Schriften, tomo VI, pp. 205-493. [Metafísica de las costumbres, trad. A. Cortina Orts y J. Conill Sancho, Altaya, Barcelona, 1996].
) sin reducirlas a una República universal con poderes coactivos
11
De
acuerdo con lo que Kant argumenta en La paz perpetua y en la Metafísica
de las costumbres, reducir los Estados a un suprapoder estatal coactivo
aniquilaría las constituciones legítimas autónomas e independientes de
los Estados, anulando su persona moral (ZeF, 8: 344, [247]).
Y por otro lado, una república de Estados no podría garantizar un buen
gobierno, lo cual conduciría nuevamente a un estado de guerra, haciendo
irrealizable el fin final de la paz perpetua (MS, 6: 350, [190]). Para un desarrollo de dicha argumentación puede consultarse: Quiroga 2022a, pp. 4–6.
(ZeF, 8: 354, [256]Kant, Immanuel, 1795, (ZeF): Zum ewigen Frieden, en Gesammelte Schriften, tomo VIII, pp. 341-386. [La paz perpetua, trad. F. Rivera Pastor, Porrúa, Ciudad de México, 2007].
; MS, 6: 350, [190]Kant, Immanuel, 1797, (MS): Die Metaphysik der Sitten, en Gesammelte Schriften, tomo VI, pp. 205-493. [Metafísica de las costumbres, trad. A. Cortina Orts y J. Conill Sancho, Altaya, Barcelona, 1996].
).
Aproximarnos a la idea de un derecho público de gentes, y con ello al
fin último del derecho de la paz perpetua —al bien supremo político (MS, 6: 355, [196]Kant, Immanuel, 1797, (MS): Die Metaphysik der Sitten, en Gesammelte Schriften, tomo VI, pp. 205-493. [Metafísica de las costumbres, trad. A. Cortina Orts y J. Conill Sancho, Altaya, Barcelona, 1996].
; ZeF, 8: 356, [258]Kant, Immanuel, 1795, (ZeF): Zum ewigen Frieden, en Gesammelte Schriften, tomo VIII, pp. 341-386. [La paz perpetua, trad. F. Rivera Pastor, Porrúa, Ciudad de México, 2007].
)— es una tarea y un deber de los individuos y de los Estados (MS, 6: 350, [191]Kant, Immanuel, 1797, (MS): Die Metaphysik der Sitten, en Gesammelte Schriften, tomo VI, pp. 205-493. [Metafísica de las costumbres, trad. A. Cortina Orts y J. Conill Sancho, Altaya, Barcelona, 1996].
), cuya posibilidad “es susceptible de exposición y desarrollo” (ZeF, 8: 356, [257]Kant, Immanuel, 1795, (ZeF): Zum ewigen Frieden, en Gesammelte Schriften, tomo VIII, pp. 341-386. [La paz perpetua, trad. F. Rivera Pastor, Porrúa, Ciudad de México, 2007].
).
Ahora
bien, desde el punto de vista ético, Kant dice que los miembros de las
comunidades políticas, sin embargo, permanecen en un estado de
naturaleza ético caracterizado por “un público hacerse la guerra mutuamente a los principios de virtud” (RGV, 6: 97, [122]Kant, Immanuel, 1793, (RGV): Die Religion innerhalb der Grenzen der bloßen Vernunft, en Gesammelte Schriften, tomo VI, pp. 1-102. [La religión dentro de los límites de la mera Razón, trad. F. Martínez Marzoa, Alianza, Madrid, 2007].
),
allí donde las leyes jurídicas coactivas no llegan, dado que los
principios de virtud que pueden contrarrestarlos corresponden a las
libertades internas (RGV, 6: 95, [120]Kant, Immanuel, 1793, (RGV): Die Religion innerhalb der Grenzen der bloßen Vernunft, en Gesammelte Schriften, tomo VI, pp. 1-102. [La religión dentro de los límites de la mera Razón, trad. F. Martínez Marzoa, Alianza, Madrid, 2007].
).
El estado de guerra ético es aquel en el que predominan los males de la
cultura, tales como el ansia de dominio, la codicia o la envidia, que
son un obstáculo para el desarrollo de nuestras disposiciones morales.
Estos males se activan en cuanto estamos en sociedad, en cuanto estamos
junto a los otros (RGV, 6: 93, [118]Kant, Immanuel, 1793, (RGV): Die Religion innerhalb der Grenzen der bloßen Vernunft, en Gesammelte Schriften, tomo VI, pp. 1-102. [La religión dentro de los límites de la mera Razón, trad. F. Martínez Marzoa, Alianza, Madrid, 2007].
).
El estado de naturaleza ético se corresponde, así, con el predominio
del egoísmo y con la corrupción de nuestras disposiciones morales. Sólo
se puede contrarrestar a estos males con el establecimiento de una
“comunidad ética” (RGV, 6: 94–95, [118–119]Kant, Immanuel, 1793, (RGV): Die Religion innerhalb der Grenzen der bloßen Vernunft, en Gesammelte Schriften, tomo VI, pp. 1-102. [La religión dentro de los límites de la mera Razón, trad. F. Martínez Marzoa, Alianza, Madrid, 2007].
), que es definida como una “república universal según leyes [públicas] de virtud” (RGV, 6: 98, [123]Kant, Immanuel, 1793, (RGV): Die Religion innerhalb der Grenzen der bloßen Vernunft, en Gesammelte Schriften, tomo VI, pp. 1-102. [La religión dentro de los límites de la mera Razón, trad. F. Martínez Marzoa, Alianza, Madrid, 2007].
).
Kant resume al deber de avanzar hacia una “comunidad moral cosmopolita” (RGV, 6: 200, [240]Kant, Immanuel, 1793, (RGV): Die Religion innerhalb der Grenzen der bloßen Vernunft, en Gesammelte Schriften, tomo VI, pp. 1-102. [La religión dentro de los límites de la mera Razón, trad. F. Martínez Marzoa, Alianza, Madrid, 2007].
), “para vivificar una comunidad en orden a la intención moral —en ella representada— del amor fraterno” (RGV, 6: 200, [241]Kant, Immanuel, 1793, (RGV): Die Religion innerhalb der Grenzen der bloßen Vernunft, en Gesammelte Schriften, tomo VI, pp. 1-102. [La religión dentro de los límites de la mera Razón, trad. F. Martínez Marzoa, Alianza, Madrid, 2007].
; traducción modificada), del siguiente modo:
[U]nirse en orden a una comunidad ética es un deber de índole particular (officium sui generis), y, aunque cada uno obedezca a su deber privado, de ello puede seguirse una concordancia contingente de todos en orden a un bien comunitario, incluso sin que además sea
precisa a este respecto una organización particular, pero que, sin
embargo, aquella concordancia de todos no puede ser esperada si no se
hace un negocio particular de la unión de los mismos unos con otros en
orden al mismo fin y erección de una COMUNIDAD bajo leyes morales como
potencia unida, y por ello más fuerte, para oponerse a los ataques del
principio malo (al que los hombres son en otro caso tentados unos por
otros a servir de instrumento). (RGV, 6: 151, [183]Kant, Immanuel, 1793, (RGV): Die Religion innerhalb der Grenzen der bloßen Vernunft, en Gesammelte Schriften, tomo VI, pp. 1-102. [La religión dentro de los límites de la mera Razón, trad. F. Martínez Marzoa, Alianza, Madrid, 2007].
)
El concepto de una comunidad ética se refiere al ideal de una totalidad de los seres humanos (RGV, 6: 96, [121]Kant, Immanuel, 1793, (RGV): Die Religion innerhalb der Grenzen der bloßen Vernunft, en Gesammelte Schriften, tomo VI, pp. 1-102. [La religión dentro de los límites de la mera Razón, trad. F. Martínez Marzoa, Alianza, Madrid, 2007].
). El cosmopolitismo moral consiste en alcanzar un “todo ético absoluto” que contenga la unidad de
todas las sociedades éticas parciales bajo leyes públicas de virtud.
Sin esta unidad, cada sociedad ética parcial en relación con las otras,
se encuentra en el estado de naturaleza ético, tal como ocurre en el
paralelo jurídico cuando los Estados políticos diversos “no están en
ninguna ligazón mediante un público derecho de gentes” (RGV, 6: 96, [121]Kant, Immanuel, 1793, (RGV): Die Religion innerhalb der Grenzen der bloßen Vernunft, en Gesammelte Schriften, tomo VI, pp. 1-102. [La religión dentro de los límites de la mera Razón, trad. F. Martínez Marzoa, Alianza, Madrid, 2007].
).
12
Este
paralelismo tiene sus límites, pues el cosmopolitismo político es
jurídico, y no ético, dado que refiere a las relaciones externas entre
los seres humanos y los Estados, y esto último no implica, como se dijo
antes, la unidad en una sola república, sino en una Federación de
Estados (véase RGV, 6: 96, [121]).
El progreso que representa una comunidad moral cosmopolita es promover el fin común del bien supremo moral comunitario (RGV, 6: 97, [122]Kant, Immanuel, 1793, (RGV): Die Religion innerhalb der Grenzen der bloßen Vernunft, en Gesammelte Schriften, tomo VI, pp. 1-102. [La religión dentro de los límites de la mera Razón, trad. F. Martínez Marzoa, Alianza, Madrid, 2007].
),
según el cual todos pueden desarrollar sus disposiciones morales en una
agencia moral compartida en este mundo, para alcanzar el mayor grado de
virtud y de felicidad para todos.
13
Para
un tratamiento del fin del bien supremo en la comunidad ética como un
bien comunitario y terrenal, y una discusión acerca de si es secular o
religioso, véase: Guyer 2011, pp. 94–115; Moran 2012, pp. 25–88, 164–167; Cavallar 2015, pp. 30–40; Quiroga 2020, pp. 442–445.
El bien supremo moral es
compartido socialmente en tres sentidos: primero, porque toda la especie
en su conjunto debe trabajar para alcanzarlo14
Sobre este punto difiero con Moran 2012,
para quien el deber de trabajar hacia el bien supremo en la Tierra solo
funciona si no necesitamos la gracia de Dios para lograrlo (cfr. Moran 2012, pp. 44 y ss. ).
Sin embargo, en La religión Kant argumenta que la comunidad ética
precisa de la idea de Dios como fundador, en tanto legislador supremo
moral, pero también de los hombres como autores de la organización, en
tanto ciudadanos (RGV, 6: 152, [184]; cfr. RGV, 6: 98, [123]; 100–101, [126]). Si bien es un argumento religioso, precisamente por su crítica al servilismo (cfr. RGV, 6: 103 [129]; 177–180, [214–217]), Kant considera el deber de los hombres de obrar moralmente y rechaza su inactividad para alcanzar el progreso.
(RGV, 6: 25, [42]; 94, [118]Kant, Immanuel, 1793, (RGV): Die Religion innerhalb der Grenzen der bloßen Vernunft, en Gesammelte Schriften, tomo VI, pp. 1-102. [La religión dentro de los límites de la mera Razón, trad. F. Martínez Marzoa, Alianza, Madrid, 2007].
), dado que no puede realizarse “a través del esfuerzo de una persona individual por su propia perfección moral” (RGV, 6: 97, [122]Kant, Immanuel, 1793, (RGV): Die Religion innerhalb der Grenzen der bloßen Vernunft, en Gesammelte Schriften, tomo VI, pp. 1-102. [La religión dentro de los límites de la mera Razón, trad. F. Martínez Marzoa, Alianza, Madrid, 2007].
;
traducción modificada); segundo, porque el bien será común para todos
los miembros de la comunidad ética, dado que sólo a través de esa unidad
“de las personas en un todo” el bien moral supremo puede realizarse (RGV, 6: 98, [122–123]Kant, Immanuel, 1793, (RGV): Die Religion innerhalb der Grenzen der bloßen Vernunft, en Gesammelte Schriften, tomo VI, pp. 1-102. [La religión dentro de los límites de la mera Razón, trad. F. Martínez Marzoa, Alianza, Madrid, 2007].
);
y por último, dado que es un deber de toda la especie, Kant considera
que su logro requerirá del progreso de las generaciones a lo largo de la
historia. Si bien la erección efectiva de la comunidad ética, que es la
unidad que se dirige al bien supremo, “está aún alejada de nosotros en
una amplitud infinita”, sin embargo, “contiene el fundamento de un
acercamiento continuo a esa perfección […] como un germen que se
desarrolla” (RGV, 6: 122, [152]Kant, Immanuel, 1793, (RGV): Die Religion innerhalb der Grenzen der bloßen Vernunft, en Gesammelte Schriften, tomo VI, pp. 1-102. [La religión dentro de los límites de la mera Razón, trad. F. Martínez Marzoa, Alianza, Madrid, 2007].
).
Tanto
la idea de una constitución cosmopolita jurídica como una ética son
ideas regulativas, que guían la tarea y el deber del género humano de
acercarse lo más posible a ellas en la experiencia (MS, 6: 350, [190–191]Kant, Immanuel, 1797, (MS): Die Metaphysik der Sitten, en Gesammelte Schriften, tomo VI, pp. 205-493. [Metafísica de las costumbres, trad. A. Cortina Orts y J. Conill Sancho, Altaya, Barcelona, 1996].
; RGV, 6: 98, [123]Kant, Immanuel, 1793, (RGV): Die Religion innerhalb der Grenzen der bloßen Vernunft, en Gesammelte Schriften, tomo VI, pp. 1-102. [La religión dentro de los límites de la mera Razón, trad. F. Martínez Marzoa, Alianza, Madrid, 2007].
).
Kant
sostiene en diferentes lugares, que si debemos actuar como si estuviera
en nuestro poder hacerlo, entonces tenemos el deber de trabajar hacia
ello, de obrar continuamente en esa dirección aunque no exista la menor
probabilidad teórica de que pueda ser realizado (RGV, 6: 45, [66]; 93, [117]; 98, [123]Kant, Immanuel, 1793, (RGV): Die Religion innerhalb der Grenzen der bloßen Vernunft, en Gesammelte Schriften, tomo VI, pp. 1-102. [La religión dentro de los límites de la mera Razón, trad. F. Martínez Marzoa, Alianza, Madrid, 2007].
; TP, 8: 308–309, [79]Kant, Immanuel, 1793, (TP): Über den Gemeinspruch: Das mag in der Theorie richtig sein, taugt aber nichts für die Praxis, en Gesammelte Schriften, tomo VIII, pp. 273-314. [Teoría y praxis, trad. C. Correa, Leviatán, Buenos Aires, 1984].
; ZeF, 8: 368, [268]Kant, Immanuel, 1795, (ZeF): Zum ewigen Frieden, en Gesammelte Schriften, tomo VIII, pp. 341-386. [La paz perpetua, trad. F. Rivera Pastor, Porrúa, Ciudad de México, 2007].
; MS, 6: 350, [190–191]; 354, [195]Kant, Immanuel, 1797, (MS): Die Metaphysik der Sitten, en Gesammelte Schriften, tomo VI, pp. 205-493. [Metafísica de las costumbres, trad. A. Cortina Orts y J. Conill Sancho, Altaya, Barcelona, 1996].
).
[P]uesto
que el género humano está, desde el punto de vista de la cultura, que
es su fin natural, en progreso constante, ha de ser concebido también en
progreso hacia lo mejor desde el punto de vista del fin moral de su existencia, progreso que ciertamente puede resultar a veces interrumpido, pero jamás roto. (TP, 8: 308–309, [79]Kant, Immanuel, 1793, (TP): Über den Gemeinspruch: Das mag in der Theorie richtig sein, taugt aber nichts für die Praxis, en Gesammelte Schriften, tomo VIII, pp. 273-314. [Teoría y praxis, trad. C. Correa, Leviatán, Buenos Aires, 1984].
; el primer resaltado es mío).
Se
trata de un deber “de obrar sobre la posteridad de modo que ésta mejore
constantemente (de lo cual por tanto hay que admitir también la
posibilidad), y de modo que ese deber pueda transmitirse legítimamente
de un miembro a otro de las generaciones” (TP, 8: 309, [79]Kant, Immanuel, 1793, (TP): Über den Gemeinspruch: Das mag in der Theorie richtig sein, taugt aber nichts für die Praxis, en Gesammelte Schriften, tomo VIII, pp. 273-314. [Teoría y praxis, trad. C. Correa, Leviatán, Buenos Aires, 1984].
).
Kant sostiene en el desarrollo histórico moral de la humanidad el continuo progreso hacia lo mejor, y que dicho progreso es el destino [Bestimmung] de la especie (AP, 7: 324, [237–238]; 329, [243]Kant, Immanuel, 1798, (AP): Anthropologie in pragmatische Hinsicht, en Gesammelte Schriften, tomo VII, pp. 117-330. [Antropología en sentido pragmático, trad. D.M. Granja, G. Leyva y P. Storandt, Fondo de Cultura Económica, Ciudad de México, 2014].
; SF, 7: 85–89, [160–165]Kant, Immanuel, 1798, (SF): Der Streit der Facultäten in drei Abschnitten, en Gesammelte Schriften, tomo VII, pp. 1-116. [El conflicto de las facultades, trad. R. Aramayo, Alianza, Madrid, 2003].
).
En Idea de una historia universal desde un punto de vista cosmopolita,
Kant expone la relación entre el fin último de la humanidad y el
desarrollo histórico, a saber: que “todas las disposiciones naturales de
una criatura están destinadas a desarrollarse alguna vez de manera
completa y conforme a un fin” (IaG, 8: 18, [29]Kant, Immanuel, 1784, (IaG): Idee su einer allgemeiner Geschichte in Weltbürgerlicher Absicht, en Gesammelte Schriften, tomo VIII, pp. 15-30. [Idea de una historia universal desde un punto de vista cosmopolita, trad. E. García Belsunce, Prometeo Libros, 2008].
); que las disposiciones naturales “no se desarrollan completamente en el individuo, sino en la especie” (IaG, 8: 18, [30]Kant, Immanuel, 1784, (IaG): Idee su einer allgemeiner Geschichte in Weltbürgerlicher Absicht, en Gesammelte Schriften, tomo VIII, pp. 15-30. [Idea de una historia universal desde un punto de vista cosmopolita, trad. E. García Belsunce, Prometeo Libros, 2008].
);
y que se “necesitará una serie de generaciones, quizá indeterminable,
que se transmitan unas a las otras la ilustración alcanzada, hasta
llevar los gérmenes depositados en nuestra especie al grado de
desarrollo adecuado plenamente a la intención de la naturaleza” (IaG, 8: 19, [30]Kant, Immanuel, 1784, (IaG): Idee su einer allgemeiner Geschichte in Weltbürgerlicher Absicht, en Gesammelte Schriften, tomo VIII, pp. 15-30. [Idea de una historia universal desde un punto de vista cosmopolita, trad. E. García Belsunce, Prometeo Libros, 2008].
).
Asimismo, más tarde, en las Lecciones de pedagogía, afirma que el destino
15
Como ha argumentado DiCenso 2019b (pp. 122, 133–137), Bestimmung como “destino” aclara la cuestión relacionada de los fines hacia los cuales se dirige el cultivo moral.
de la especie humana es desarrollar “de modo proporcional y conforme a
un fin, todas las disposiciones naturales de la humanidad” (LP, 9: 446, [34]Kant, Immanuel, 1803, (LP): Pädagogik, en Kants Werke, tomo IX, pp. 437-500 [Pedagogía, trad. L. Luzuriaga y J.L. Pascal, Akal, Madrid, 2003].
). Y agrega que la especie debe adquirir la disposición para elegir no cualquier fin, sino únicamente “fines buenos” (LP, 9: 450, [38–39]; 446, [34]Kant, Immanuel, 1803, (LP): Pädagogik, en Kants Werke, tomo IX, pp. 437-500 [Pedagogía, trad. L. Luzuriaga y J.L. Pascal, Akal, Madrid, 2003].
).
Acuerdo con Roth y Surprenant 2011 (p. x)Roth,
Klas y Chris W. Surprenant, 2011, “Introduction: The Highest Good—the
Moral Endeavor of Education”, en Klas Roth y Chris W. Surprenant
(comps.), Kant and Education. Interpretations and Commentary, Routledge, Londres, pp. IX-XXIV.
en que dicho fin refiere al bien supremo. Más aún, sostengo que los
“fines buenos” refieren a los bienes supremos. Pues, como vimos desde el
paralelo ético-político, Kant expresa el progreso en términos de cosmopolitismo político y moral. Este paralelismo se mantiene en la explicación de la destinación humana, según la cual el desarrollo de las disposiciones de la especie
no está dirigido a cualquier fin, sino hacia los cosmopolitismos
político y moral, y a sus fines supremos, el bien político y el bien
moral comunitario.
Kant dice, desde el punto de vista de la
historia y de la antropología, que por naturaleza, los seres humanos
estamos destinados a formar una sociedad civil universal (cosmopolitismus) (AP, 7: 331, [245–246]Kant, Immanuel, 1798, (AP): Anthropologie in pragmatische Hinsicht, en Gesammelte Schriften, tomo VII, pp. 117-330. [Antropología en sentido pragmático, trad. D.M. Granja, G. Leyva y P. Storandt, Fondo de Cultura Económica, Ciudad de México, 2014].
). La condición cosmopolita universal es entendida como “el seno en que se desarrollarán todas las disposiciones originarias de la especie humana” (IaG, 8: 28, [46]Kant, Immanuel, 1784, (IaG): Idee su einer allgemeiner Geschichte in Weltbürgerlicher Absicht, en Gesammelte Schriften, tomo VIII, pp. 15-30. [Idea de una historia universal desde un punto de vista cosmopolita, trad. E. García Belsunce, Prometeo Libros, 2008].
). De modo que la sociedad cosmopolita es considerada el fin último del destino humano [zur Endzweck ihrer Bestimmung ist] (AP, 7: 327, [241]Kant, Immanuel, 1798, (AP): Anthropologie in pragmatische Hinsicht, en Gesammelte Schriften, tomo VII, pp. 117-330. [Antropología en sentido pragmático, trad. D.M. Granja, G. Leyva y P. Storandt, Fondo de Cultura Económica, Ciudad de México, 2014].
), y tiene dos formulaciones: una política y una moral ética.
16
Esta interpretación acuerda con Cavallar 2015, para quien la Bestimmung es una destinación
humana de conformar una sociedad cosmopolita que se presenta en dos
versiones: la unión política de toda la especie humana y la comunidad
moral (véase: Cavallar 2015, pp. 14, 124–125). En otra interpretación del paralelismo en la destinación, que se conecta con la anterior, puede consultarse a DiCenso 2019a y DiCenso 2019b,
quien sostiene que la destinación requiere desarrollar instituciones
colectivas, no sólo una constitución civil justa, sino también
instituciones éticas no coercitivas para inducir el cultivo de nuestros
talentos y capacidades en una sociedad “ético-civil” o “comunidad
ética”, yuxtapuesta con una “sociedad jurídico-civil” (DiCenso 2019b, p. 135; DiCenso 2019a, pp. 30–55).
Desde el punto de vista político, Kant sostiene en Idea, y luego en la Antropología y en El conflicto de las facultades, que sólo sobre una sociedad civil que administre el derecho de forma universal bajo la forma de una constitución republicana,
17
En
El conflicto de las facultades Kant expresa que una constitución
republicana es la única constitución jurídica y moralmente buena que
puede poner freno a las guerras, las cuales son la fuente de todos los
males y depravaciones de las costumbres. Sólo mediante dicha
constitución se puede asegurar al género humano el progreso hacia lo
mejor (SF, 7: 85–86, [160–161]).
y de una condición cosmopolita para una Liga de los Estados, puede ser alcanzado el fin del destino de la humanidad, del desarrollo de todas sus disposiciones (IaG, 8: 22, [36]; 24–26, [38–42]Kant, Immanuel, 1784, (IaG): Idee su einer allgemeiner Geschichte in Weltbürgerlicher Absicht, en Gesammelte Schriften, tomo VIII, pp. 15-30. [Idea de una historia universal desde un punto de vista cosmopolita, trad. E. García Belsunce, Prometeo Libros, 2008].
; AP, 7: 331, [245]Kant, Immanuel, 1798, (AP): Anthropologie in pragmatische Hinsicht, en Gesammelte Schriften, tomo VII, pp. 117-330. [Antropología en sentido pragmático, trad. D.M. Granja, G. Leyva y P. Storandt, Fondo de Cultura Económica, Ciudad de México, 2014].
; SF, 7: 89, [164–165], 92, [168]Kant, Immanuel, 1798, (SF): Der Streit der Facultäten in drei Abschnitten, en Gesammelte Schriften, tomo VII, pp. 1-116. [El conflicto de las facultades, trad. R. Aramayo, Alianza, Madrid, 2003].
).
Este punto de vista político está fundado en el hecho de que alcanzar
la destinación humana de progreso requiere poner fin a la guerra, la cual es “el mayor obstáculo de lo moral” (SF, 7: 93, [171]Kant, Immanuel, 1798, (SF): Der Streit der Facultäten in drei Abschnitten, en Gesammelte Schriften, tomo VII, pp. 1-116. [El conflicto de las facultades, trad. R. Aramayo, Alianza, Madrid, 2003].
) y la que impide “la marcha progresiva del completo desarrollo de las disposiciones naturales” (IaG, 8: 26, [42]Kant, Immanuel, 1784, (IaG): Idee su einer allgemeiner Geschichte in Weltbürgerlicher Absicht, en Gesammelte Schriften, tomo VIII, pp. 15-30. [Idea de una historia universal desde un punto de vista cosmopolita, trad. E. García Belsunce, Prometeo Libros, 2008].
).
Pero el avance de las instituciones políticas constituye solo “la
mitad” del desarrollo de la naturaleza humana. Kant dice que “estamos
civilizados hasta la saturación, pero nos falta mucho para poder
considerarnos moralizados” (IaG, 8: 26, [42]Kant, Immanuel, 1784, (IaG): Idee su einer allgemeiner Geschichte in Weltbürgerlicher Absicht, en Gesammelte Schriften, tomo VIII, pp. 15-30. [Idea de una historia universal desde un punto de vista cosmopolita, trad. E. García Belsunce, Prometeo Libros, 2008].
).
El desarrollo gradual y continuo tendrá su culminación con el
establecimiento, mediante principios prácticos, de una sociedad como “un
todo moral” (IaG, 8: 21, [34]Kant, Immanuel, 1784, (IaG): Idee su einer allgemeiner Geschichte in Weltbürgerlicher Absicht, en Gesammelte Schriften, tomo VIII, pp. 15-30. [Idea de una historia universal desde un punto de vista cosmopolita, trad. E. García Belsunce, Prometeo Libros, 2008].
).
Desde
el punto de vista ético, para la especie progresar hacia lo mejor
significa una lucha activa contra los obstáculos que le depara la rudeza
de su naturaleza, es decir, contra su propensión al mal, y que ello es
el destino natural del hombre (AP, 7: 324–325, [238]Kant, Immanuel, 1798, (AP): Anthropologie in pragmatische Hinsicht, en Gesammelte Schriften, tomo VII, pp. 117-330. [Antropología en sentido pragmático, trad. D.M. Granja, G. Leyva y P. Storandt, Fondo de Cultura Económica, Ciudad de México, 2014].
; cfr. LP, 9: 492, [86]Kant, Immanuel, 1803, (LP): Pädagogik, en Kants Werke, tomo IX, pp. 437-500 [Pedagogía, trad. L. Luzuriaga y J.L. Pascal, Akal, Madrid, 2003].
).
Según este destino, los seres humanos someterían el interés privado (de
los individuos aislados y egoístas) al interés común (de todos juntos) (AP, 7: 329–330, [244]Kant, Immanuel, 1798, (AP): Anthropologie in pragmatische Hinsicht, en Gesammelte Schriften, tomo VII, pp. 117-330. [Antropología en sentido pragmático, trad. D.M. Granja, G. Leyva y P. Storandt, Fondo de Cultura Económica, Ciudad de México, 2014].
). Como se desarrolla fundamentalmente en La religión,
los seres humanos tenemos una vocación, o dicho en otras palabras, una
determinación moral de ser ciudadanos de un Estado ético o comunidad
ética (RGV, 6: 142–143, [175–176]Kant, Immanuel, 1793, (RGV): Die Religion innerhalb der Grenzen der bloßen Vernunft, en Gesammelte Schriften, tomo VI, pp. 1-102. [La religión dentro de los límites de la mera Razón, trad. F. Martínez Marzoa, Alianza, Madrid, 2007].
),
de la cual Dios es el autor como fundador y los hombres los autores de
su organización, en tanto miembros y ciudadanos libres de dicha
comunidad (RGV, 6: 152, [184]Kant, Immanuel, 1793, (RGV): Die Religion innerhalb der Grenzen der bloßen Vernunft, en Gesammelte Schriften, tomo VI, pp. 1-102. [La religión dentro de los límites de la mera Razón, trad. F. Martínez Marzoa, Alianza, Madrid, 2007].
). Si bien, Kant afirma que estamos lejos de la erección efectiva del Estado ético (RGV, 6: 122, [152]Kant, Immanuel, 1793, (RGV): Die Religion innerhalb der Grenzen der bloßen Vernunft, en Gesammelte Schriften, tomo VI, pp. 1-102. [La religión dentro de los límites de la mera Razón, trad. F. Martínez Marzoa, Alianza, Madrid, 2007].
), sin embargo, nuestro trabajo hacia este objetivo está “constantemente en progreso” (RGV, 6: 124, [153]Kant, Immanuel, 1793, (RGV): Die Religion innerhalb der Grenzen der bloßen Vernunft, en Gesammelte Schriften, tomo VI, pp. 1-102. [La religión dentro de los límites de la mera Razón, trad. F. Martínez Marzoa, Alianza, Madrid, 2007].
).
III. El desarrollo social de las disposiciones y el deber ético-político del cultivo de la virtud
⌅En las Lecciones de pedagogía Kant dice que “el ser humano debe mejorarse, cultivarse [kultiviere] y, si es malo, sacar en sí mismo la moralidad” (LP, 9: 446, [34]Kant, Immanuel, 1803, (LP): Pädagogik, en Kants Werke, tomo IX, pp. 437-500 [Pedagogía, trad. L. Luzuriaga y J.L. Pascal, Akal, Madrid, 2003].
; traducción modificada). Pero si bien el cultivo y el perfeccionamiento de los talentos, las capacidades y las disposiciones
18
Por
talentos, Kant refiere a una disposición natural de los seres humanos
que no necesita instrucción, pero sí cultivo, y son: el ingenio
productivo, la sagacidad y la originalidad (AP, 7: 220, [119]);
por capacidades, Kant refiere al deber imperfecto (de obligación
amplia) de cultivar la capacidad de realizar todos los fines posibles (MS, 6: 392, [245]), y de cultivar la capacidad para la virtud (MS, 6: 412, [271]);
por disposiciones, Kant refiere principalmente al desarrollo y cultivo
de la conciencia de la libertad en tanto tenemos razón práctica, por
medio de la cual nos representamos la ley moral y nos autodeterminamos a
su obediencia por el llamado sentimiento moral (AP, 7: 324, [238]; RGV, 6: 27–28, [45]; MS, 6: 400, [254–255]).
son un deber para uno mismo (MS, 6: 444–445, [311–312]Kant, Immanuel, 1797, (MS): Die Metaphysik der Sitten, en Gesammelte Schriften, tomo VI, pp. 205-493. [Metafísica de las costumbres, trad. A. Cortina Orts y J. Conill Sancho, Altaya, Barcelona, 1996].
),
el desarrollo de las disposiciones morales de los seres humanos, como
vimos, no se da plenamente en el individuo aislado, sino
intersubjetivamente. La especie humana “debe y puede […] fomentar con toda prudencia e iluminación moral el acercamiento a este fin, cada cual cuanto le corresponda” (AP, 7: 328–329, [243]Kant, Immanuel, 1798, (AP): Anthropologie in pragmatische Hinsicht, en Gesammelte Schriften, tomo VII, pp. 117-330. [Antropología en sentido pragmático, trad. D.M. Granja, G. Leyva y P. Storandt, Fondo de Cultura Económica, Ciudad de México, 2014].
, el resaltado es mío).19
Véanse también: IaG, 8: 18, [30]; 26, [42]; LP, 9: 441, [30]; 445–446, [34].
El cultivo de las disposiciones es un deber y una tarea de toda la especie para progresar hacia lo mejor (AP, 7: 329, [243]Kant, Immanuel, 1798, (AP): Anthropologie in pragmatische Hinsicht, en Gesammelte Schriften, tomo VII, pp. 117-330. [Antropología en sentido pragmático, trad. D.M. Granja, G. Leyva y P. Storandt, Fondo de Cultura Económica, Ciudad de México, 2014].
), que se realiza en un contexto social, a través de la sociabilidad,
20
Para otros trabajos que acuerdan con que el concepto de cultivo tiene un carácter social, véanse: Herman 1998, pp. 254 y ss.; Huggler 2011, pp. 94–97; LaVaque-Manty 2012, p. 220; Moran 2012, pp. 140–141; Cavallar 2015, pp. 119–121.
y que sirve a la vez a fines que son comunitarios.
Respecto de la sociabilidad,
Kant dice que, para el desarrollo de las disposiciones de la especie
humana, la Naturaleza se sirve “del antagonismo de las mismas dentro de
la sociedad, por cuanto éste deviene finalmente, la causa de su orden
regular” (IaG, 8: 20, [33]Kant, Immanuel, 1784, (IaG): Idee su einer allgemeiner Geschichte in Weltbürgerlicher Absicht, en Gesammelte Schriften, tomo VIII, pp. 15-30. [Idea de una historia universal desde un punto de vista cosmopolita, trad. E. García Belsunce, Prometeo Libros, 2008].
).
Dicho antagonismo se entiende como una insociable sociabilidad o un mal
social. Dada nuestra naturaleza, estamos destinados a vivir
inevitablemente en sociedad y a cultivar nuestra condición social, pero
al mismo tiempo existe una tendencia antisocial que hace que nos
separemos de los demás, o más bien, que hace que nos corrompamos en
cuanto estamos junto a los otros (IaG, 8: 20–21, [33–34]Kant, Immanuel, 1784, (IaG): Idee su einer allgemeiner Geschichte in Weltbürgerlicher Absicht, en Gesammelte Schriften, tomo VIII, pp. 15-30. [Idea de una historia universal desde un punto de vista cosmopolita, trad. E. García Belsunce, Prometeo Libros, 2008].
; RGV, 6: 27, [44]; 94, [118]Kant, Immanuel, 1793, (RGV): Die Religion innerhalb der Grenzen der bloßen Vernunft, en Gesammelte Schriften, tomo VI, pp. 1-102. [La religión dentro de los límites de la mera Razón, trad. F. Martínez Marzoa, Alianza, Madrid, 2007].
; MS, 6: 471, [347–348]Kant, Immanuel, 1797, (MS): Die Metaphysik der Sitten, en Gesammelte Schriften, tomo VI, pp. 205-493. [Metafísica de las costumbres, trad. A. Cortina Orts y J. Conill Sancho, Altaya, Barcelona, 1996].
).
Cuando nos comparamos con otros, medimos nuestra felicidad y nuestras
habilidades, y en ocasiones esas comparaciones corrompen nuestra
disposición a la perfectibilidad. Pues nos llevan a intentar dominar a
los otros y a dar lugar a distintos males de la cultura, como los celos y
la competencia, todo lo cual es producto de priorizar los incentivos no
morales sobre los morales (RGV, 6: 24–25, [42]Kant, Immanuel, 1793, (RGV): Die Religion innerhalb der Grenzen der bloßen Vernunft, en Gesammelte Schriften, tomo VI, pp. 1-102. [La religión dentro de los límites de la mera Razón, trad. F. Martínez Marzoa, Alianza, Madrid, 2007].
).
Esta insociable sociabilidad, que conduce a la desunión, amenaza el destino de la humanidad de llevar a cabo una sociedad cosmopolita (AP, 7: 331, [246]Kant, Immanuel, 1798, (AP): Anthropologie in pragmatische Hinsicht, en Gesammelte Schriften, tomo VII, pp. 117-330. [Antropología en sentido pragmático, trad. D.M. Granja, G. Leyva y P. Storandt, Fondo de Cultura Económica, Ciudad de México, 2014].
)
en sus dos formas, la política y la moral. En otras palabras, la
consecución de este fin no es algo que pueda esperarse “de la libre
armonía de los individuos, sino tan sólo de una progresiva organización de los ciudadanos en la Tierra dentro de la especie y para la especie como un sistema unido de manera cosmopolita” (AP, 7: 333, [248]Kant, Immanuel, 1798, (AP): Anthropologie in pragmatische Hinsicht, en Gesammelte Schriften, tomo VII, pp. 117-330. [Antropología en sentido pragmático, trad. D.M. Granja, G. Leyva y P. Storandt, Fondo de Cultura Económica, Ciudad de México, 2014].
; el resaltado es mío).
La Naturaleza es la que garantiza, a partir de la discordia de la insociabilidad, avanzar hacia dicha unidad (IaG, 8: 20, [33]Kant, Immanuel, 1784, (IaG): Idee su einer allgemeiner Geschichte in Weltbürgerlicher Absicht, en Gesammelte Schriften, tomo VIII, pp. 15-30. [Idea de una historia universal desde un punto de vista cosmopolita, trad. E. García Belsunce, Prometeo Libros, 2008].
; TP, 8: 312, [85]Kant, Immanuel, 1793, (TP): Über den Gemeinspruch: Das mag in der Theorie richtig sein, taugt aber nichts für die Praxis, en Gesammelte Schriften, tomo VIII, pp. 273-314. [Teoría y praxis, trad. C. Correa, Leviatán, Buenos Aires, 1984].
; ZeF, 8: 360–362, [262–264]; 366–367, [266–267]Kant, Immanuel, 1795, (ZeF): Zum ewigen Frieden, en Gesammelte Schriften, tomo VIII, pp. 341-386. [La paz perpetua, trad. F. Rivera Pastor, Porrúa, Ciudad de México, 2007].
; AP, 7: 331, [246]Kant, Immanuel, 1798, (AP): Anthropologie in pragmatische Hinsicht, en Gesammelte Schriften, tomo VII, pp. 117-330. [Antropología en sentido pragmático, trad. D.M. Granja, G. Leyva y P. Storandt, Fondo de Cultura Económica, Ciudad de México, 2014].
; SF, 7: 89, [165]Kant, Immanuel, 1798, (SF): Der Streit der Facultäten in drei Abschnitten, en Gesammelte Schriften, tomo VII, pp. 1-116. [El conflicto de las facultades, trad. R. Aramayo, Alianza, Madrid, 2003].
); mientras que la tarea de la humanidad consiste en desarrollar los gérmenes que le ha puesto la Naturaleza para desplegar completamente sus disposiciones naturales y alcanzar su destinación última (LP, 9: 445–446, [33–24]Kant, Immanuel, 1803, (LP): Pädagogik, en Kants Werke, tomo IX, pp. 437-500 [Pedagogía, trad. L. Luzuriaga y J.L. Pascal, Akal, Madrid, 2003].
; RGV, 6: 45, [67]Kant, Immanuel, 1793, (RGV): Die Religion innerhalb der Grenzen der bloßen Vernunft, en Gesammelte Schriften, tomo VI, pp. 1-102. [La religión dentro de los límites de la mera Razón, trad. F. Martínez Marzoa, Alianza, Madrid, 2007].
). Corresponde a los seres humanos, no considerados aisladamente, sino en el conjunto de la especie (TP, 8: 312, [85]Kant, Immanuel, 1793, (TP): Über den Gemeinspruch: Das mag in der Theorie richtig sein, taugt aber nichts für die Praxis, en Gesammelte Schriften, tomo VIII, pp. 273-314. [Teoría y praxis, trad. C. Correa, Leviatán, Buenos Aires, 1984].
), “entregarse al trabajo y a los penosos esfuerzos” por encontrar los medios para lograrlo (IaG, 8: 20, [33]Kant, Immanuel, 1784, (IaG): Idee su einer allgemeiner Geschichte in Weltbürgerlicher Absicht, en Gesammelte Schriften, tomo VIII, pp. 15-30. [Idea de una historia universal desde un punto de vista cosmopolita, trad. E. García Belsunce, Prometeo Libros, 2008].
).
Ahora, la pregunta que podemos hacernos es cuál sería el trabajo que pueden y deben realizar los seres humanos para lograr su destino de una vida social organizada en una sociedad cosmopolita. En lo que sigue, quisiera argumentar que una forma plausible de responder a ello consiste en examinar los sentidos en que los seres humanos deben trabajar en el cultivo de la virtud para promover y mantener la unidad de las fuerzas en orden a dicha comunidad.
De acuerdo con el paralelo ético-político, podemos señalar dos sentidos del cultivo de la virtud, por los cuales podemos llamarlo, a su vez, un deber ético-político.
Desde
el punto de vista ético, Kant sostiene que somos agentes morales que
tenemos deberes de virtud, es decir, fines que son a la vez un deber
tener (MS, 6: 395, [249]Kant, Immanuel, 1797, (MS): Die Metaphysik der Sitten, en Gesammelte Schriften, tomo VI, pp. 205-493. [Metafísica de las costumbres, trad. A. Cortina Orts y J. Conill Sancho, Altaya, Barcelona, 1996].
).
Los deberes de virtud comprenden desde el desarrollo de las propias
habilidades, capacidades y talentos para alcanzar nuestros fines, hasta
ayudar a los demás a alcanzar los suyos (MS, 6: 391–392, [244–245]Kant, Immanuel, 1797, (MS): Die Metaphysik der Sitten, en Gesammelte Schriften, tomo VI, pp. 205-493. [Metafísica de las costumbres, trad. A. Cortina Orts y J. Conill Sancho, Altaya, Barcelona, 1996].
). En la Doctrina de la virtud (Tugendlehre),
Kant especifica que estos deberes éticos son de obligación amplia,
porque si la ley sólo ordena la máxima de las acciones, no dice con
precisión cómo y cuánto se debe obrar para cumplir con el fin que es un
deber, y por tanto, deja un margen (latitudo) al arbitrio para elegir libremente su manera de obrar (MS, 6: 390, [242]Kant, Immanuel, 1797, (MS): Die Metaphysik der Sitten, en Gesammelte Schriften, tomo VI, pp. 205-493. [Metafísica de las costumbres, trad. A. Cortina Orts y J. Conill Sancho, Altaya, Barcelona, 1996].
).
Esto no implica que los deberes de virtud no sean igualmente
obligatorios y que admitan la excepción de su cumplimiento, sino sólo
que la obligación es imperfecta por dicha amplitud, a diferencia de los
deberes jurídicos que son perfectos, cuya obligación es estricta (MS, 6: 390, [243]Kant, Immanuel, 1797, (MS): Die Metaphysik der Sitten, en Gesammelte Schriften, tomo VI, pp. 205-493. [Metafísica de las costumbres, trad. A. Cortina Orts y J. Conill Sancho, Altaya, Barcelona, 1996].
).
Por
un lado, de acuerdo a los deberes de virtud, tenemos el deber de
autoperfeccionarnos. Kant distingue entre el deber de la propia
perfección física y el deber del cultivo de la moralidad. El primero, refiere “al cultivo de todas las facultades en general para fomentar los fines propuestos por la razón” (MS, 6: 391, [244]Kant, Immanuel, 1797, (MS): Die Metaphysik der Sitten, en Gesammelte Schriften, tomo VI, pp. 205-493. [Metafísica de las costumbres, trad. A. Cortina Orts y J. Conill Sancho, Altaya, Barcelona, 1996].
).
Este deber es ético, y por tanto, de obligación amplia, dado que no se
prescribe con ninguna máxima hasta dónde se debe ir en el cultivo, ni
cómo debe aplicarse los talentos ante los diversos contextos en los que
se puede encontrar una persona para dicho cultivo (MS, 6: 391, [244]Kant, Immanuel, 1797, (MS): Die Metaphysik der Sitten, en Gesammelte Schriften, tomo VI, pp. 205-493. [Metafísica de las costumbres, trad. A. Cortina Orts y J. Conill Sancho, Altaya, Barcelona, 1996].
). El segundo, el deber del cultivo de la moralidad,
también es amplio, pues la máxima ordena que la ley sea un móvil
suficiente por sí mismo para todas las acciones conformes al deber, pero
la acción misma de actuar no sólo de acuerdo a la ley sino por la ley
es una acción interna, una intención de la propia elección (MS, 6: 393, [246]Kant, Immanuel, 1797, (MS): Die Metaphysik der Sitten, en Gesammelte Schriften, tomo VI, pp. 205-493. [Metafísica de las costumbres, trad. A. Cortina Orts y J. Conill Sancho, Altaya, Barcelona, 1996].
). Para el ser humano es un deber “progresar en el cultivo de su voluntad hasta llegar a la más pura intención virtuosa” (MS, 6: 387, [238]Kant, Immanuel, 1797, (MS): Die Metaphysik der Sitten, en Gesammelte Schriften, tomo VI, pp. 205-493. [Metafísica de las costumbres, trad. A. Cortina Orts y J. Conill Sancho, Altaya, Barcelona, 1996].
).
21
Sobre el cultivo de la virtud como fuerza para desarrollar un carácter moral y actuar según el deber, véanse: Moran 2012, pp. 166–167; Baron 2014, pp. 74–81.
Se podría decir, siguiendo a Roth y Surprenant 2011 (p. XVI)Roth,
Klas y Chris W. Surprenant, 2011, “Introduction: The Highest Good—the
Moral Endeavor of Education”, en Klas Roth y Chris W. Surprenant
(comps.), Kant and Education. Interpretations and Commentary, Routledge, Londres, pp. IX-XXIV.
y a Moran 2012 (pp. 128, 164)Moran, Kate, 2012, Community and Progress in Kant’s Moral Philosophy, Catholic University Press of America, Washington, D.C.
,
que tenemos el deber de autoperfeccionarnos y de cultivar nuestras
virtudes para actuar y ser motivados por la ley moral para promover el
bien supremo.
Pero, también, los seres humanos tenemos el deber universal de “hacer el bien a los necesitados”
22
Como he tratado en Quiroga 2022b (pp. 20–22), la ayuda a los pobres no es un deber imperfecto, como ha sostenido Boot 2018 (p. 59), sino un deber perfecto. De acuerdo con Bertomeu 2018 (p. 192),
la pobreza es una cuestión de justicia pública. Por un lado, la
independencia económica es necesaria para ser ciudadano activo y ejercer
la igual libertad (MS, 6: 314, [143]),
y por otro lado, el Estado tiene la legitimidad de obligar a los más
ricos a proveer los medios necesarios de subsistencia a los más
necesitados (MS, 6: 314, [143]). Asimismo, si bien Kant hace referencia en la Doctrina de la virtud a la ayuda de los ricos a los pobres (véase: MS, 6: 453, [323]; 454, [325]),
lo hace “para mostrar que en todos los casos dicha ayuda no puede
entenderse como beneficencia, pues no se debe ayudar para mostrar poder
sobre otro, o para endeudar al otro en favores, o para humillarlo” (Quiroga 2024, p. 322).
en tanto que todos lo somos (MS, 6: 453, [323]Kant, Immanuel, 1797, (MS): Die Metaphysik der Sitten, en Gesammelte Schriften, tomo VI, pp. 205-493. [Metafísica de las costumbres, trad. A. Cortina Orts y J. Conill Sancho, Altaya, Barcelona, 1996].
), es decir, cada uno tiene el deber de fomentar la felicidad de todos los demás.23
Baron 2014 enfatiza que el desarrollo del carácter moral y el potencial personal
se dan en el marco de los deberes éticos de virtud no sólo hacia uno
mismo sino también hacia los demás (p. 74). Tenemos el deber de cultivar nuestra humanidad tanto individual como colectivamente (p. 78).
Esto significa que el desarrollo personal no está recortado de una
intersubjetividad, sino que comprende los fines de los demás tal como
son determinados por ellos mismos24
Para
una lectura sobre la comunidad ética como la morada bajo la cual se
reúnen los seres racionales necesitados de ayuda mutua para el
cumplimiento recíproco del deber de amor práctico, véase: Quiroga 2024, pp. 322–325.
(MS, 6: 385, [237]; 454, [324–325]Kant, Immanuel, 1797, (MS): Die Metaphysik der Sitten, en Gesammelte Schriften, tomo VI, pp. 205-493. [Metafísica de las costumbres, trad. A. Cortina Orts y J. Conill Sancho, Altaya, Barcelona, 1996].
). Kant entiende al deber amplio25
Respecto de los distintos sentidos de la amplitud del deber de beneficencia, Baron y Seymour 2009 (pp. 215–223),
han señalado, por un lado, que la beneficencia permite una amplitud en
la elección de cómo promover la felicidad de los demás sin ser
paternalistas, pero no nos permite negarnos a ayudar a los demás. Y por
otro lado, que el deber no se limita a ayudar a los más necesitados,
sino que se extiende ampliamente a ayudar a los demás en sus proyectos
personales.
de amar al prójimo como un amor práctico,26
Sobre la beneficencia como principio práctico, véanse las distintas interpretaciones de: Horn 2008, pp. 154–161; Rinne 2018, pp. 127–134, 142–144.
es decir, como “una máxima de benevolencia (en tanto que práctica), que tiene como consecuencia la beneficencia” (MS, 6: 449–450, [318]Kant, Immanuel, 1797, (MS): Die Metaphysik der Sitten, en Gesammelte Schriften, tomo VI, pp. 205-493. [Metafísica de las costumbres, trad. A. Cortina Orts y J. Conill Sancho, Altaya, Barcelona, 1996].
). La beneficencia consiste en “proponerse como fin el bien y la salud del otro (hacer el bien)” (MS, 6: 452, [321]Kant, Immanuel, 1797, (MS): Die Metaphysik der Sitten, en Gesammelte Schriften, tomo VI, pp. 205-493. [Metafísica de las costumbres, trad. A. Cortina Orts y J. Conill Sancho, Altaya, Barcelona, 1996].
). La manera de practicarla es en “el deber de convertir en míos los fines de otros (solamente en la medida en que no sean inmorales)” (MS, 6: 450, [318–319]Kant, Immanuel, 1797, (MS): Die Metaphysik der Sitten, en Gesammelte Schriften, tomo VI, pp. 205-493. [Metafísica de las costumbres, trad. A. Cortina Orts y J. Conill Sancho, Altaya, Barcelona, 1996].
).
De
la misma manera, tenemos el deber estricto de respetar a los demás
(como también el derecho de exigir el respeto por parte de los demás),
que consiste en el deber de no convertir a los otros en medio para mis
fines (MS, 6: 450, [319]; 462, [335]Kant, Immanuel, 1797, (MS): Die Metaphysik der Sitten, en Gesammelte Schriften, tomo VI, pp. 205-493. [Metafísica de las costumbres, trad. A. Cortina Orts y J. Conill Sancho, Altaya, Barcelona, 1996].
), y de “restringir nuestra autoestima por la dignidad de la humanidad en la persona de otro” (MS, 6: 450, [318]Kant, Immanuel, 1797, (MS): Die Metaphysik der Sitten, en Gesammelte Schriften, tomo VI, pp. 205-493. [Metafísica de las costumbres, trad. A. Cortina Orts y J. Conill Sancho, Altaya, Barcelona, 1996].
).
Además,
el deber de virtud es pensado en la vida social concreta, y por ello,
Kant dice que tenemos las virtudes de la convivencia (MS, 6: 473–474, [350–351]Kant, Immanuel, 1797, (MS): Die Metaphysik der Sitten, en Gesammelte Schriften, tomo VI, pp. 205-493. [Metafísica de las costumbres, trad. A. Cortina Orts y J. Conill Sancho, Altaya, Barcelona, 1996].
), en las cuales se conjuga todo lo anterior. “Es un deber, tanto hacia sí mismo como hacia los demás, impulsar el trato entre los hombres con sus perfecciones morales, no aislarse” (MS, 6: 473, [350]Kant, Immanuel, 1797, (MS): Die Metaphysik der Sitten, en Gesammelte Schriften, tomo VI, pp. 205-493. [Metafísica de las costumbres, trad. A. Cortina Orts y J. Conill Sancho, Altaya, Barcelona, 1996].
,
el resaltado es mío). Se trata de ser parte de un todo cosmopolita para
“cultivar la comunicación recíproca, los medios que indirectamente
conducen a ello, la amenidad en sociedad, el espíritu de conciliación,
el amor y el respeto mutuos” (MS, 6: 473, [350]Kant, Immanuel, 1797, (MS): Die Metaphysik der Sitten, en Gesammelte Schriften, tomo VI, pp. 205-493. [Metafísica de las costumbres, trad. A. Cortina Orts y J. Conill Sancho, Altaya, Barcelona, 1996].
),
como así también, la gentileza, la afabilidad, la cortesía, la
hospitalidad, la benignidad, que “al manifestar obligaciones [de virtud]
externamente obligan también a otros” e influyen a favor de la
intención virtuosa de su parte (MS, 6: 474, [351]Kant, Immanuel, 1797, (MS): Die Metaphysik der Sitten, en Gesammelte Schriften, tomo VI, pp. 205-493. [Metafísica de las costumbres, trad. A. Cortina Orts y J. Conill Sancho, Altaya, Barcelona, 1996].
; traducción modificada).
Por
otro lado, Kant plantea que la virtud es útil para fines políticos en
los siguientes sentidos: En principio, para ser buenos ciudadanos. No
sólo la virtud no debe estar en conflicto con el deber de los ciudadanos
políticos (RGV, 6: 96, [121]Kant, Immanuel, 1793, (RGV): Die Religion innerhalb der Grenzen der bloßen Vernunft, en Gesammelte Schriften, tomo VI, pp. 1-102. [La religión dentro de los límites de la mera Razón, trad. F. Martínez Marzoa, Alianza, Madrid, 2007].
), sino que la virtud es útil para cultivar el desarrollo de la disposición moral para cumplir con los deberes jurídicos.
27
Sobre el cultivo de la virtud en la comunidad republicana, véanse: Cavallar 2015, pp. 19, 141–144; Maliks 2014, pp. 77–78.
En otras palabras, es útil para que los ciudadanos respeten el derecho y acomoden su conducta y su vida conforme a éste (ZeF, 8: 376n., [275]Kant, Immanuel, 1795, (ZeF): Zum ewigen Frieden, en Gesammelte Schriften, tomo VIII, pp. 341-386. [La paz perpetua, trad. F. Rivera Pastor, Porrúa, Ciudad de México, 2007].
), como también para ser “mejores súbditos y ciudadanos, ayudando a asegurar la integridad de la constitución republicana” (Maliks 2014, p. 78Maliks, Reidar, 2014, Kant’s Politics in Context, Oxford University Press, Oxford.
). En este sentido, el patriotismo considerado como un modo de pensar [Denkungsart]
podría ser una virtud (cívica) para realizar el deber jurídico de
“preservar los derechos de la comunidad mediante leyes de la voluntad
común” (TP, 8: 291, [44]Kant, Immanuel, 1793, (TP): Über den Gemeinspruch: Das mag in der Theorie richtig sein, taugt aber nichts für die Praxis, en Gesammelte Schriften, tomo VIII, pp. 273-314. [Teoría y praxis, trad. C. Correa, Leviatán, Buenos Aires, 1984].
;
traducción modificada). O dicho de otro modo, para concebirse como
ciudadano de una comunidad republicana “según las leyes de su propia
independencia, de modo que cada uno se posea a sí mismo y no dependa de
la voluntad absoluta de otro, que está junto a él o por encima de él” (MS, 6: 317, [147]Kant, Immanuel, 1797, (MS): Die Metaphysik der Sitten, en Gesammelte Schriften, tomo VI, pp. 205-493. [Metafísica de las costumbres, trad. A. Cortina Orts y J. Conill Sancho, Altaya, Barcelona, 1996].
).
Desde
este punto de vista político, la virtud también es necesaria para ser
buenos políticos morales, es decir, para aquellos que consideran los
principios de la prudencia política compatibles con la moral (ZeF, 8: 372, [271–272]Kant, Immanuel, 1795, (ZeF): Zum ewigen Frieden, en Gesammelte Schriften, tomo VIII, pp. 341-386. [La paz perpetua, trad. F. Rivera Pastor, Porrúa, Ciudad de México, 2007].
). El verdadero régimen republicano sólo puede ser pensado por los político morales (ZeF, 8: 377, [276]Kant, Immanuel, 1795, (ZeF): Zum ewigen Frieden, en Gesammelte Schriften, tomo VIII, pp. 341-386. [La paz perpetua, trad. F. Rivera Pastor, Porrúa, Ciudad de México, 2007].
).
Estos serían los virtuosos que adecuen la política al derecho, que
acerquen lo más posible el gobierno a su fin último (político): la mejor
constitución según leyes jurídicas. Desde la política se puede y se
debe obligar al cumplimiento de estas leyes, incluso a aquellos que no
son virtuosos, es decir, incluso a un “pueblo de demonios”.
28
Para distintas lecturas sobre la virtud de los políticos morales, véanse: Guyer 2011, pp. 117–118; DiCenso 2019a, pp. 31–32, 41.
En otras palabras, la función de los políticos morales consiste en
estar atentos para remediar los vicios que atenten contra esta prudencia
política, y en contribuir para el seguimiento del deber de trabajar
todos juntos para alcanzar la paz perpetua (ZeF, 8: 372, [272]Kant, Immanuel, 1795, (ZeF): Zum ewigen Frieden, en Gesammelte Schriften, tomo VIII, pp. 341-386. [La paz perpetua, trad. F. Rivera Pastor, Porrúa, Ciudad de México, 2007].
; MS, 6: 350, [191]; 354, [195]Kant, Immanuel, 1797, (MS): Die Metaphysik der Sitten, en Gesammelte Schriften, tomo VI, pp. 205-493. [Metafísica de las costumbres, trad. A. Cortina Orts y J. Conill Sancho, Altaya, Barcelona, 1996].
).
Ese trabajo requiere la reforma paulatina de las constituciones
imperfectas existentes hasta ahora en las condiciones históricas, para
acercarlas cada vez más al ideal de la república perfecta (ZeF, 8: 373, [272]; 378, [276]Kant, Immanuel, 1795, (ZeF): Zum ewigen Frieden, en Gesammelte Schriften, tomo VIII, pp. 341-386. [La paz perpetua, trad. F. Rivera Pastor, Porrúa, Ciudad de México, 2007].
; MS, 6: 355, [195–196]Kant, Immanuel, 1797, (MS): Die Metaphysik der Sitten, en Gesammelte Schriften, tomo VI, pp. 205-493. [Metafísica de las costumbres, trad. A. Cortina Orts y J. Conill Sancho, Altaya, Barcelona, 1996].
).
Es
importante aclarar que, si bien la virtud política es útil para hacer
mejores ciudadanos, para incentivar la cultivación de la civilización y
para exigir la adecuación (externa) a las leyes justas, sin embargo, la
política no puede obligar a cultivar las disposiciones internas de los
individuos (MS, 6: 239, [50]; 380–382, [229–231]Kant, Immanuel, 1797, (MS): Die Metaphysik der Sitten, en Gesammelte Schriften, tomo VI, pp. 205-493. [Metafísica de las costumbres, trad. A. Cortina Orts y J. Conill Sancho, Altaya, Barcelona, 1996].
). Por ello, como ha señalado Cavallar 2015 (p. 146)Cavallar, George, 2015, Kant’s Embedded Cosmopolitanism. History, Philosophy, and Education for World Citizens, De Gruyter, Berlín/Boston. https://doi.org/10.1515/9783110429404
, conduce en el mejor de los casos a ser “un hombre de buenas costumbres (bene moratus)”, y no necesariamente a ser “un hombre moralmente bueno (moraliter bonus)” (RGV, 6: 30, [48]Kant, Immanuel, 1793, (RGV): Die Religion innerhalb der Grenzen der bloßen Vernunft, en Gesammelte Schriften, tomo VI, pp. 1-102. [La religión dentro de los límites de la mera Razón, trad. F. Martínez Marzoa, Alianza, Madrid, 2007].
; cfr. IaG, 8: 26, [42]Kant, Immanuel, 1784, (IaG): Idee su einer allgemeiner Geschichte in Weltbürgerlicher Absicht, en Gesammelte Schriften, tomo VIII, pp. 15-30. [Idea de una historia universal desde un punto de vista cosmopolita, trad. E. García Belsunce, Prometeo Libros, 2008].
).
En suma, teniendo en cuenta el doble sentido (ético y político) de la tarea de cultivar la virtud para avanzar hacia la destinación humana, podemos decir que dichos sentidos no se conciben de manera inconexa en el paralelo ético-político. Son tareas y fines de los seres humanos en la vida terrenal y comunitaria, que requieren de un trabajo conjunto de los seres humanos y del esfuerzo de organización y ejecución para el progreso tanto desde el punto de vista ético como político, como dos formas de virtud diferentes pero complementarias.
En ese sentido la propuesta de Guyer (2011)Guyer,
Paul, 2011, “Kantian Communities: The Realm of Ends, the Ethical
Community, and the Highest Good”, en Charlton Payne y Luccas Thorpe
(comps.), Kant and the Concept of Community, University of Rochester Press, Nueva York, pp. 88-120.
para dar cuenta de la virtud en el paralelo ético-político resulta insuficiente cuando plantea que,
aunque
la idea de una comunidad ética fundada enteramente en la buena voluntad
de sus miembros sea un ideal moral admirable para los seres humanos, el
grado más alto de virtud que razonablemente podemos esperar alcanzar en condiciones naturales es la creación de condiciones políticas que al menos obliguen al cumplimiento externo de las exigencias de la moralidad. (Guyer 2011, p. 116Guyer,
Paul, 2011, “Kantian Communities: The Realm of Ends, the Ethical
Community, and the Highest Good”, en Charlton Payne y Luccas Thorpe
(comps.), Kant and the Concept of Community, University of Rochester Press, Nueva York, pp. 88-120.
).
Esta
imposición estaría en manos de la virtud de los políticos morales,
puesto que “incluso una condición política justa no llega a existir
automáticamente, sino que depende de la elección libre y virtuosa de
aquellos que de una forma u otra (normalmente no justa) han llegado al
poder para instituir una condición de justicia” (Guyer 2011, p. 117Guyer,
Paul, 2011, “Kantian Communities: The Realm of Ends, the Ethical
Community, and the Highest Good”, en Charlton Payne y Luccas Thorpe
(comps.), Kant and the Concept of Community, University of Rochester Press, Nueva York, pp. 88-120.
).
Sin embargo, como ha notado DiCenso (2019a)DiCenso, James, 2019a, “Kant on Ethical Institutions”, The Southern Journal of Philosophy, vol. 57, no. 1, pp. 30-55. https://doi.org/10.1111/sjp.12314
, al centrar Guyer su solución en la virtud de los
políticos morales para coaccionar mediante leyes justas a toda la
sociedad, virtuosos y no virtuosos, “pasa por alto la preocupación
constante de Kant por la posible transformación moral de pueblos enteros
y su atención correspondiente a las instituciones públicas que
transmiten los principios de la ley moral de manera no coercitiva” (DiCenso 2019a, p. 32DiCenso, James, 2019a, “Kant on Ethical Institutions”, The Southern Journal of Philosophy, vol. 57, no. 1, pp. 30-55. https://doi.org/10.1111/sjp.12314
).
Las instituciones no coercitivas llegan a
donde la coacción externa no puede. Y en ese sentido, la virtud, ya sea
para el desarrollo de disposiciones desde el punto de vista ético o
jurídico, en tanto tarea y deber para la libertad interna, tiene que ser
adoptada libremente e internamente (MS, 6: 214, [17–18]; 220, [25]; 407, [264]Kant, Immanuel, 1797, (MS): Die Metaphysik der Sitten, en Gesammelte Schriften, tomo VI, pp. 205-493. [Metafísica de las costumbres, trad. A. Cortina Orts y J. Conill Sancho, Altaya, Barcelona, 1996].
), y por tanto, sólo admite una autocoacción (MS, 6: 381, [231]Kant, Immanuel, 1797, (MS): Die Metaphysik der Sitten, en Gesammelte Schriften, tomo VI, pp. 205-493. [Metafísica de las costumbres, trad. A. Cortina Orts y J. Conill Sancho, Altaya, Barcelona, 1996].
; MS, 6: 383, [233]Kant, Immanuel, 1797, (MS): Die Metaphysik der Sitten, en Gesammelte Schriften, tomo VI, pp. 205-493. [Metafísica de las costumbres, trad. A. Cortina Orts y J. Conill Sancho, Altaya, Barcelona, 1996].
).
Es decir, que el cultivo mismo de la virtud no puede coaccionarse
externamente, aunque sí puede incentivarse, por ejemplo, mediante
cambios en los modos de pensar o mediante instituciones éticas no
coercitivas
29
Sobre
los medios no coercitivos para el cultivo de la virtud en las
comunidades políticas en los ejemplos de la educación moral, la amistad y
las instituciones eclesiásticas, véanse, por ejemplo: Moran 2012, pp. 101, 128; Cavallar 2015, pp. 135–136; DiCenso 2019a, pp. 41, 45; DiCenso 2019b, p. 135.
que operen en las comunidades políticas (RGV, 6: 94, [119]Kant, Immanuel, 1793, (RGV): Die Religion innerhalb der Grenzen der bloßen Vernunft, en Gesammelte Schriften, tomo VI, pp. 1-102. [La religión dentro de los límites de la mera Razón, trad. F. Martínez Marzoa, Alianza, Madrid, 2007].
) y que ayuden a formar “ciudadanos con capacidad de comportarse bien en la sociedad” como también de “fijarse fines moralmente permisibles” (LaVaque-Manty 2012, p. 222LaVaque-Manty, Mika, 2012, “Kant on Education”, en Elisabeth Ellis (comp.), Kant’s Political Theory. Interpretations and Applications, The Penn State University Press, Pennsylvania, pp. 208-224. https://doi.org/10.5325/j.ctt7v26b.12
).
IV. La educación como medio clave para el cultivo de la virtud y el progreso de las comunidades
⌅En las Lecciones de pedagogía Kant establece que el principal medio para llevar a cabo la tarea del
progreso —la de conducir al ser humano hacia su destino de desarrollar y
cultivar las disposiciones naturales para el bien— es la educación [Bildung] (LP, 9: 441, [30]; 445–446, [34]Kant, Immanuel, 1803, (LP): Pädagogik, en Kants Werke, tomo IX, pp. 437-500 [Pedagogía, trad. L. Luzuriaga y J.L. Pascal, Akal, Madrid, 2003].
). En ella está “el gran secreto de la perfección de la naturaleza humana” (LP, 9: 444, [32]Kant, Immanuel, 1803, (LP): Pädagogik, en Kants Werke, tomo IX, pp. 437-500 [Pedagogía, trad. L. Luzuriaga y J.L. Pascal, Akal, Madrid, 2003].
),
porque es mediante la cual el ser humano, en tanto animal racional,
puede “perfeccionarse de acuerdo a los fines que él mismo se señala” (AP, 7: 321, [235]Kant, Immanuel, 1798, (AP): Anthropologie in pragmatische Hinsicht, en Gesammelte Schriften, tomo VII, pp. 117-330. [Antropología en sentido pragmático, trad. D.M. Granja, G. Leyva y P. Storandt, Fondo de Cultura Económica, Ciudad de México, 2014].
). La educación permite a los seres humanos, por un lado, convertir la animalidad en humanidad, y no apartarse de su destino (LP, 9: 441, [29]Kant, Immanuel, 1803, (LP): Pädagogik, en Kants Werke, tomo IX, pp. 437-500 [Pedagogía, trad. L. Luzuriaga y J.L. Pascal, Akal, Madrid, 2003].
), y por otro lado, ser seres morales, sometidos a las leyes morales de la libertad (LP, 9: 452, [41]Kant, Immanuel, 1803, (LP): Pädagogik, en Kants Werke, tomo IX, pp. 437-500 [Pedagogía, trad. L. Luzuriaga y J.L. Pascal, Akal, Madrid, 2003].
), sin lo cual “la cantidad del mal no disminuirá” (LP, 9: 451, [39]Kant, Immanuel, 1803, (LP): Pädagogik, en Kants Werke, tomo IX, pp. 437-500 [Pedagogía, trad. L. Luzuriaga y J.L. Pascal, Akal, Madrid, 2003].
) y la posteridad “no podrá ir más allá de lo que ya se ha ido” (LP, 9: 449, [38]Kant, Immanuel, 1803, (LP): Pädagogik, en Kants Werke, tomo IX, pp. 437-500 [Pedagogía, trad. L. Luzuriaga y J.L. Pascal, Akal, Madrid, 2003].
).
En cuanto a la descripción de la educación, podemos decir que ésta comprende:
Los cuidados y la formación. Esta es: a) negativa, o sea la disciplina, que meramente impide las faltas; b) positiva, o sea la instrucción y la dirección; perteneciendo en esto a la cultura. La dirección es la guía en la práctica de lo que se ha aprendido. (LP, 9: 452, [40]Kant, Immanuel, 1803, (LP): Pädagogik, en Kants Werke, tomo IX, pp. 437-500 [Pedagogía, trad. L. Luzuriaga y J.L. Pascal, Akal, Madrid, 2003].
; traducción modificada)
30
Véanse también: LP, 9: 441–42, [29–30]; AP, 7: 324, [237].
Por la educación el ser humano es: 1) Disciplinado,
lo cual le permite “borrar” la animalidad e impedir que ésta se
extienda en la humanidad, tanto en el individuo como en la especie. 2) Cultivado,
lo cual permite que mediante la instrucción y la enseñanza se le
proporcione la habilidad para alcanzar los múltiples fines que se
proponga. Esto comprende lo que Kant llama la formación
escolástico-mecánica. 3) Civilizado, lo cual le exige la prudencia para adaptarse a la sociedad y alcanzar sus fines. Esto comprende la formación pragmática. 4) Moralizado,
para que elija y se guie por buenos fines, a saber, aquellos que pueden
ser fines para todos. Esto comprende la formación moral. (LP, 9: 449–450, [38–39]; 455, [45]Kant, Immanuel, 1803, (LP): Pädagogik, en Kants Werke, tomo IX, pp. 437-500 [Pedagogía, trad. L. Luzuriaga y J.L. Pascal, Akal, Madrid, 2003].
).
También
se caracteriza a la educación como pública o privada. La primera
comprende la instrucción y la formación moral; “tiene por fin promover
una buena educación privada”, que es la práctica de los preceptos, y se
lleva a cabo en los institutos de educación (LP, 9: 452, [41]Kant, Immanuel, 1803, (LP): Pädagogik, en Kants Werke, tomo IX, pp. 437-500 [Pedagogía, trad. L. Luzuriaga y J.L. Pascal, Akal, Madrid, 2003].
). Mientras que la segunda comprende la práctica de los preceptos en manos de los padres o tutores (LP, 9: 452–453, [41]Kant, Immanuel, 1803, (LP): Pädagogik, en Kants Werke, tomo IX, pp. 437-500 [Pedagogía, trad. L. Luzuriaga y J.L. Pascal, Akal, Madrid, 2003].
).
Entre ambas es preferible la educación pública porque “es muy frecuente
que la educación doméstica no solamente no corrija las faltas de la
familia, sino que las aumente” (LP, 9: 453, [42]Kant, Immanuel, 1803, (LP): Pädagogik, en Kants Werke, tomo IX, pp. 437-500 [Pedagogía, trad. L. Luzuriaga y J.L. Pascal, Akal, Madrid, 2003].
).
Ahora
bien, podría pensarse que es dudosa la función clave de la educación en
el progreso y como trabajo en manos de los seres humanos, dado que Kant
también declara en Teoría y praxis que si nos preguntamos cuáles
son los medios para mantener el incesante progreso hacia lo mejor,
vemos que no depende de lo que nosotros hagamos, como por ejemplo “de la educación”,
sino “de lo que hará en nosotros y con nosotros la naturaleza humana
para obligarnos a seguir una vía a la que difícilmente nos someteríamos
por nosotros mismos” (TP, 8: 310, [81–82]Kant, Immanuel, 1793, (TP): Über den Gemeinspruch: Das mag in der Theorie richtig sein, taugt aber nichts für die Praxis, en Gesammelte Schriften, tomo VIII, pp. 273-314. [Teoría y praxis, trad. C. Correa, Leviatán, Buenos Aires, 1984].
).
La educación del género humano tomado como el conjunto de su especie, esto es, colectivamente (universorum), no de todos los individuos (singulorum), en que la multitud no hace un sistema, […] la espera el hombre sólo de la Providencia, esto es, de una sabiduría que no es la suya (AP, 7: 328, [242]Kant, Immanuel, 1798, (AP): Anthropologie in pragmatische Hinsicht, en Gesammelte Schriften, tomo VII, pp. 117-330. [Antropología en sentido pragmático, trad. D.M. Granja, G. Leyva y P. Storandt, Fondo de Cultura Económica, Ciudad de México, 2014].
).
Dicho
esto, es necesario aclarar que, si bien Kant tiene una posición que no
es del todo secularizada, pues, como se dijo, en ella mantiene la
necesidad de la idea de una Providencia como garantía del progreso ante
la amenaza de desunión y de la falta de acuerdos entre los seres
humanos, sin embargo, nunca deja de lado la obligación por parte de los seres humanos de trabajar en ese progreso.
31
Para una posición diferente a la mía, véase: Moran 2012 (p. 164),
para quien la función de la educación moral sólo tiene sentido en una
posición secular de la obligación de trabajar por el bien supremo.
Y la educación no escapa a esa obligación, sino que es el medio clave
para llevarla a cabo en el progreso de la historia de la humanidad, dado
que permite desarrollar los gérmenes que la Naturaleza ha puesto en la
humanidad “para desplegar sus disposiciones y alcanzar su destino” (LP, 9: 445, [33]Kant, Immanuel, 1803, (LP): Pädagogik, en Kants Werke, tomo IX, pp. 437-500 [Pedagogía, trad. L. Luzuriaga y J.L. Pascal, Akal, Madrid, 2003].
).
Pero lo más importante es que Kant dice que la educación es “un arte”,
porque dichas disposiciones “no se desarrollan por sí mismas” (LP, 9: 447, [35]Kant, Immanuel, 1803, (LP): Pädagogik, en Kants Werke, tomo IX, pp. 437-500 [Pedagogía, trad. L. Luzuriaga y J.L. Pascal, Akal, Madrid, 2003].
). El arte de la educación requiere no sólo del desarrollo mecánico de un plan, sino también de que dicho plan sea razonado.
En principio, el diseño de un plan de educación “ha de hacerse cosmopolitamente” (LP, 9: 448, [36]Kant, Immanuel, 1803, (LP): Pädagogik, en Kants Werke, tomo IX, pp. 437-500 [Pedagogía, trad. L. Luzuriaga y J.L. Pascal, Akal, Madrid, 2003].
),
en el sentido que debe ser conforme “a un estado mejor, posible en lo
futuro, de la especie humana; es decir, conforme a la idea de humanidad y
de su completo destino” (LP, 9: 447, [36]Kant, Immanuel, 1803, (LP): Pädagogik, en Kants Werke, tomo IX, pp. 437-500 [Pedagogía, trad. L. Luzuriaga y J.L. Pascal, Akal, Madrid, 2003].
).
De acuerdo con el hecho de que el destino de la humanidad sólo puede
ser llevado a cabo por la especie y generacionalmente, Kant dice que la
educación es un arte “cuya práctica ha de ser perfeccionada por muchas
generaciones. Cada generación provista de los conocimientos de las
anteriores, puede realizar constantemente una educación” (LP, 9: 446, [34]; 441, [30]Kant, Immanuel, 1803, (LP): Pädagogik, en Kants Werke, tomo IX, pp. 437-500 [Pedagogía, trad. L. Luzuriaga y J.L. Pascal, Akal, Madrid, 2003].
).
Sin embargo, Kant también destaca el carácter ideal de la teoría de la
educación. Sostiene que la idea de una educación “que desenvuelva en los
hombres todas sus disposiciones naturales” es “el concepto de una
perfección no encontrada aún en la experiencia”, pero aunque encontremos
obstáculos para su realización, no por ello es una quimera, sino que es
“una idea verdadera” (LP, 9: 444–445, [32–33]Kant, Immanuel, 1803, (LP): Pädagogik, en Kants Werke, tomo IX, pp. 437-500 [Pedagogía, trad. L. Luzuriaga y J.L. Pascal, Akal, Madrid, 2003].
).
La educación es el medio para alcanzar la sociedad cosmopolita en sus dos formulaciones (AP, 7: 327, [241]Kant, Immanuel, 1798, (AP): Anthropologie in pragmatische Hinsicht, en Gesammelte Schriften, tomo VII, pp. 117-330. [Antropología en sentido pragmático, trad. D.M. Granja, G. Leyva y P. Storandt, Fondo de Cultura Económica, Ciudad de México, 2014].
), y los bienes consecuentes en la forma del bien supremo político y el bien supremo moral comunitario.
32
Asimismo,
Cavallar interpreta que cuando Kant dice que la educación debe
desenvolver los “sentimientos cosmopolitas” y tener “un interés por el
bien del mundo” (LP, 9: 499, [93]), está haciendo “una abreviatura del concepto del bien supremo político y moral en este mundo” (Cavallar 2015, p. 134).
Éste es el fin conforme al cual
tenemos que trabajar en el plan de una educación y “entregar a la
posteridad una orientación que poco a poco pueda realizar” (LP, 9: 445, [33]Kant, Immanuel, 1803, (LP): Pädagogik, en Kants Werke, tomo IX, pp. 437-500 [Pedagogía, trad. L. Luzuriaga y J.L. Pascal, Akal, Madrid, 2003].
), aunque sea “el problema más grande y difícil que puede ser propuesto al ser humano” (LP, 9: 446, [34]Kant, Immanuel, 1803, (LP): Pädagogik, en Kants Werke, tomo IX, pp. 437-500 [Pedagogía, trad. L. Luzuriaga y J.L. Pascal, Akal, Madrid, 2003].
; traducción modificada; cfr. LP, 9: 446, [35]Kant, Immanuel, 1803, (LP): Pädagogik, en Kants Werke, tomo IX, pp. 437-500 [Pedagogía, trad. L. Luzuriaga y J.L. Pascal, Akal, Madrid, 2003].
).
En
definitiva, la educación es para Kant el medio necesario para el
desarrollo y el mejoramiento humano, y esta importancia, como dice Kuehn 2011Kuehn, Manfred, 2011, “Kant on Education, Anthropology, and Ethics”, en Klas Roth y Chris Surprenant (comps.), Kant and Education. Interpretations and Commentary, Routledge, Londres, pp. 55-68.
,
“no sólo tiene implicaciones morales, sino también políticas que van
mucho más allá de las necesidades de cualquier gobierno o estado en
particular” (p. 66Kuehn, Manfred, 2011, “Kant on Education, Anthropology, and Ethics”, en Klas Roth y Chris Surprenant (comps.), Kant and Education. Interpretations and Commentary, Routledge, Londres, pp. 55-68.
). En acuerdo con ello, en lo que sigue, quisiera abordar esta importancia desde el paralelo ético-político.
La
teoría de la educación práctica o moral es “aquélla mediante la cual el
hombre debe ser formado para poder vivir como un ser que obra
libremente. (Se llama práctico a todo lo que tiene relación con la
libertad)” (LP, 9: 455, [45]Kant, Immanuel, 1803, (LP): Pädagogik, en Kants Werke, tomo IX, pp. 437-500 [Pedagogía, trad. L. Luzuriaga y J.L. Pascal, Akal, Madrid, 2003].
). El objetivo de la formación moral es acostumbrar al ser humano “desde temprano a someterse a los preceptos de la razón” (LP, 9: 442, [31]Kant, Immanuel, 1803, (LP): Pädagogik, en Kants Werke, tomo IX, pp. 437-500 [Pedagogía, trad. L. Luzuriaga y J.L. Pascal, Akal, Madrid, 2003].
), es decir, a obrar de forma autónoma.
Desde el punto de vista ético, el obrar de forma autónoma implica obrar por la idea del deber y elegir sólo buenos fines (cfr. LP, 9: 475, [66]; 499, [93]Kant, Immanuel, 1803, (LP): Pädagogik, en Kants Werke, tomo IX, pp. 437-500 [Pedagogía, trad. L. Luzuriaga y J.L. Pascal, Akal, Madrid, 2003].
; RGV, 6: 48, [70]Kant, Immanuel, 1793, (RGV): Die Religion innerhalb der Grenzen der bloßen Vernunft, en Gesammelte Schriften, tomo VI, pp. 1-102. [La religión dentro de los límites de la mera Razón, trad. F. Martínez Marzoa, Alianza, Madrid, 2007].
; AP, 7: 325, [238]Kant, Immanuel, 1798, (AP): Anthropologie in pragmatische Hinsicht, en Gesammelte Schriften, tomo VII, pp. 117-330. [Antropología en sentido pragmático, trad. D.M. Granja, G. Leyva y P. Storandt, Fondo de Cultura Económica, Ciudad de México, 2014].
). La educación moral
33
La educación moral comprende tres formas prácticas: la habilidad, la prudencia y la moralidad (LP, 9: 486, [79]).
contribuye a ello porque, mediante su ejercitación y cultivo, sirve para luchar con las inclinaciones contrarias al deber (MS, 6: 477, [353–354]Kant, Immanuel, 1797, (MS): Die Metaphysik der Sitten, en Gesammelte Schriften, tomo VI, pp. 205-493. [Metafísica de las costumbres, trad. A. Cortina Orts y J. Conill Sancho, Altaya, Barcelona, 1996].
).
Kant
menciona que uno de los más grandes problemas de la educación es
“conciliar, bajo una legítima coacción, la sumisión con la facultad de
servirse de su voluntad” (LP, 9: 453, [42]Kant, Immanuel, 1803, (LP): Pädagogik, en Kants Werke, tomo IX, pp. 437-500 [Pedagogía, trad. L. Luzuriaga y J.L. Pascal, Akal, Madrid, 2003].
).
En otras palabras, ¿cómo podemos cultivar la libertad por medio de una
coacción legítima? La respuesta de Kant es que la educación nos forma
para el deber de someter la libertad a (auto)coacción, y al mismo
tiempo, para guiar el buen uso de ella: “Sin esto, todo es un mero
mecanismo, y una vez acabada su educación, no sabría servirse de su
libertad” (LP, 9: 453, [42]Kant, Immanuel, 1803, (LP): Pädagogik, en Kants Werke, tomo IX, pp. 437-500 [Pedagogía, trad. L. Luzuriaga y J.L. Pascal, Akal, Madrid, 2003].
).
La educación es el medio por el cual se brindan las mejores condiciones
para que el ser humano elija libremente el bien moral.
34
En este sentido, Cavallar 2015, Vanden Auweele 2015 y DiCenso 2019a acuerdan en que la educación moral “no convierte a los agentes en buenos” (Vanden Auweele 2015, p. 379); no garantiza que “cultivemos la autonomía”,
porque “la adopción de una disposición moralmente buena sólo puede ser
realizada por el propio agente” (Cavallar 2015, pp. 15, 139); pero la pedagogía ofrece las condiciones para
alcanzar dicho objetivo moral, o en otras palabras “sólo puede aumentar
la probabilidad de que los miembros de una sociedad asuman libremente la
responsabilidad de la autonomía ética” (DiCenso 2019a, p. 53).
En otras palabras, es un medio heterónomo que sirve para ejemplificar e incentivar el obrar autónomo, a partir de ayudar a tener una comprensión y una guía de los principios morales. Como bien ha señalado DiCenso (2019a)DiCenso, James, 2019a, “Kant on Ethical Institutions”, The Southern Journal of Philosophy, vol. 57, no. 1, pp. 30-55. https://doi.org/10.1111/sjp.12314
, “necesitamos la guía de la ley moral, expresada e
institucionalizada en forma pública, para apoyar la transformación
autónoma de nuestras disposiciones y modos de pensar” (p. 53DiCenso, James, 2019b, “Vocation and Destination in Kant’s Practical Philosophy”, Con-Textos Kantianos, no. 10, pp. 121-139.
). En este sentido, las instituciones éticas no coercitivas,35
Sobre la transmisión de la educación a través de las instituciones sociales no coercitivas, véanse: Herman 1998, pp. 264–265; Kleingeld 2012, p. 162; DiCenso 2019a, pp. 35–53.
como la educación moral, operan
desde adentro de las comunidades políticas, con el fin de trasmitir y
difundir “los principios de la razón práctica en forma pública para
apoyar la reflexión ética autónoma” (p. 51DiCenso, James, 2019b, “Vocation and Destination in Kant’s Practical Philosophy”, Con-Textos Kantianos, no. 10, pp. 121-139.
).
En La religión Kant dice que la formación moral comienza por “la conversión del modo de pensar y por la fundación de un carácter” (RGV, 6: 48, [70]Kant, Immanuel, 1793, (RGV): Die Religion innerhalb der Grenzen der bloßen Vernunft, en Gesammelte Schriften, tomo VI, pp. 1-102. [La religión dentro de los límites de la mera Razón, trad. F. Martínez Marzoa, Alianza, Madrid, 2007].
).
Se trata de cultivar la disposición al bien, al actuar no sólo de
acuerdo con el deber, sino también por los motivos impulsores genuinos
morales. A los niños se les enseña con el ejemplo de los hombres buenos,
36
Respecto
del ejemplo, en Metafísica de las costumbres, Kant aclara que: “El buen
ejemplo (la conducta ejemplar) no debe servir como modelo, sino sólo
como prueba de que lo prescrito por el deber es factible. Por tanto, lo
que proporciona al maestro el canon infalible de su educación no es la
comparación con algún otro hombre (tal como es), sino la comparación con
la idea (de la humanidad) de cómo debe ser, por tanto, con la ley” (MS, 6: 479, [356]).
de forma que mediante ello, poco a poco, convierta su modo de pensar, y
que el deber por sí mismo comience “a adquirir un peso notable en el
corazón de aquéllos” (RGV, 6: 48, [71]Kant, Immanuel, 1793, (RGV): Die Religion innerhalb der Grenzen der bloßen Vernunft, en Gesammelte Schriften, tomo VI, pp. 1-102. [La religión dentro de los límites de la mera Razón, trad. F. Martínez Marzoa, Alianza, Madrid, 2007].
).
Si
bien la educación moral no garantiza que efectivamente cultivemos la
virtud, facilita que lo hagamos. La virtud es requerida porque sólo
mediante ella podemos luchar contra “los impulsos originarios para todos
los vicios”
37
Las
virtudes son: o virtudes de mérito, o meramente de deber o de
inocencia. Y los vicios son: o de maldad, o de bajeza, o de
pusilanimidad (LP, 9: 492, [85]).
y “sólo por la virtud (el ser humano) puede devenir moralmente bueno, es decir, por una autocoacción” (LP, 9: 492, [86]Kant, Immanuel, 1803, (LP): Pädagogik, en Kants Werke, tomo IX, pp. 437-500 [Pedagogía, trad. L. Luzuriaga y J.L. Pascal, Akal, Madrid, 2003].
).
Ahora bien, las virtudes no nos innatas, sino que deben adquirirse,
dado que “la capacidad moral del hombre no sería virtud si no estuviera
producida por la fortaleza de la intención en la lucha con las poderosas inclinaciones contrarias” (MS, 6: 477, [352]Kant, Immanuel, 1797, (MS): Die Metaphysik der Sitten, en Gesammelte Schriften, tomo VI, pp. 205-493. [Metafísica de las costumbres, trad. A. Cortina Orts y J. Conill Sancho, Altaya, Barcelona, 1996].
).
Y si debe adquirirse, entonces “puede y debe enseñarse”. Esto debe
hacerse no a través de representaciones del deber o de exhortaciones,
sino a través del ejercicio y el cultivo mismo de la virtud38
En
Metafísica de las costumbres Kant explicita que la educación tiene dos
instancias: por un lado, la enseñanza moral catequética, mediante la
cual se educa al alumno “en el interés por la moralidad” (MS, 6: 483, [362]).
Y por otro lado, pero contactado a lo anterior, la ascética ética, que
remite al ejercicio y cultivo de la virtud, tiene como principio ser un
ejercicio de la virtud “activo, animoso y valeroso” (MS, 6: 484–485, [362–363]). Para un análisis de la conexión de estas instancias, véase: Vanden Auweele 2015, pp. 375–377.
(ascéticamente) (MS, 6: 477, [353]Kant, Immanuel, 1797, (MS): Die Metaphysik der Sitten, en Gesammelte Schriften, tomo VI, pp. 205-493. [Metafísica de las costumbres, trad. A. Cortina Orts y J. Conill Sancho, Altaya, Barcelona, 1996].
).
Kant
explicita en su teoría pedagógica que para fundar un carácter moral en
los niños hay que enseñarles “el deber que tienen que cumplir, mediante
ejemplos y disposiciones. Los deberes que el niño ha de cumplir son sólo
los deberes ordinarios hacia sí mismo y hacia los demás” (LP, 9: 488, [81–82]Kant, Immanuel, 1803, (LP): Pädagogik, en Kants Werke, tomo IX, pp. 437-500 [Pedagogía, trad. L. Luzuriaga y J.L. Pascal, Akal, Madrid, 2003].
).
Los deberes para consigo mismo consisten en tener “una cierta dignidad que le ennoblezca ante todas
las criaturas, siendo su deber no desmentir esta dignidad de la
humanidad en su propia persona” (LP, 9: 488, [81–82]; 489, [83]Kant, Immanuel, 1803, (LP): Pädagogik, en Kants Werke, tomo IX, pp. 437-500 [Pedagogía, trad. L. Luzuriaga y J.L. Pascal, Akal, Madrid, 2003].
). Y los deberes para con los demás consisten en enseñar al niño “la veneración y respeto al derecho de los hombres y procurar que lo ponga en práctica” (LP, 9: 489, [82]Kant, Immanuel, 1803, (LP): Pädagogik, en Kants Werke, tomo IX, pp. 437-500 [Pedagogía, trad. L. Luzuriaga y J.L. Pascal, Akal, Madrid, 2003].
).
Principalmente, Kant expresa que ha de mostrarse al niño que sólo podrá
alcanzar sus fines, “dejando alcanzar los suyos a los demás” (LP, 9: 454, [43]Kant, Immanuel, 1803, (LP): Pädagogik, en Kants Werke, tomo IX, pp. 437-500 [Pedagogía, trad. L. Luzuriaga y J.L. Pascal, Akal, Madrid, 2003].
). Y que la beneficencia, como vimos, es una obligación (imperfecta) y no algo meritorio (LP, 9: 490, [84]Kant, Immanuel, 1803, (LP): Pädagogik, en Kants Werke, tomo IX, pp. 437-500 [Pedagogía, trad. L. Luzuriaga y J.L. Pascal, Akal, Madrid, 2003].
). Por último, en relación con los demás, Kant dice que debe enseñarse al niño el cultivo de la sociabilidad y de la amistad (LP, 9: 484–485, [76]Kant, Immanuel, 1803, (LP): Pädagogik, en Kants Werke, tomo IX, pp. 437-500 [Pedagogía, trad. L. Luzuriaga y J.L. Pascal, Akal, Madrid, 2003].
).
Ahora bien, la educación para obrar de forma autónoma
39
Sobre la relación entre la ciudadanía republicana y el desarrollo de la autonomía moral, véanse: Herman 1998, pp. 265–268; Kuehn 2011, pp. 64–66; La Vaque-Manty 2012, pp. 208–211; Cavallar 2015, pp. 143–144; Vanden Auweele 2015, p. 379.
también tiene un punto de vista político. De acuerdo con la lectura que vengo realizando de Kant, la educación es un acto de justicia en una república porque mediante ella se forma a las personas, desde su
niñez hasta su juventud, para el igual ejercicio de las libertades,
para la independencia de la constricción arbitraria de otros, para los
deberes y derechos recíprocos, para el respeto mutuo de la dignidad de
los ciudadanos, y para alcanzar el estado de paz (cfr. IaG, 8: 26, [43]Kant, Immanuel, 1784, (IaG): Idee su einer allgemeiner Geschichte in Weltbürgerlicher Absicht, en Gesammelte Schriften, tomo VIII, pp. 15-30. [Idea de una historia universal desde un punto de vista cosmopolita, trad. E. García Belsunce, Prometeo Libros, 2008].
; TP, 8: 292, [45–47]Kant, Immanuel, 1793, (TP): Über den Gemeinspruch: Das mag in der Theorie richtig sein, taugt aber nichts für die Praxis, en Gesammelte Schriften, tomo VIII, pp. 273-314. [Teoría y praxis, trad. C. Correa, Leviatán, Buenos Aires, 1984].
; ZeF, 6: 366, [267]Kant, Immanuel, 1795, (ZeF): Zum ewigen Frieden, en Gesammelte Schriften, tomo VIII, pp. 341-386. [La paz perpetua, trad. F. Rivera Pastor, Porrúa, Ciudad de México, 2007].
; MS, 6: 236–237, [47–49]Kant, Immanuel, 1797, (MS): Die Metaphysik der Sitten, en Gesammelte Schriften, tomo VI, pp. 205-493. [Metafísica de las costumbres, trad. A. Cortina Orts y J. Conill Sancho, Altaya, Barcelona, 1996].
).
En las Lecciones de pedagogía,
Kant dice que en la educación de los niños “es preciso hacerle ver que
la coacción que se le impone le conduce al uso de su propia libertad;
que se le educa para que algún día pueda ser libre, esto es, para no
depender de los otros” (LP, 9: 454, [43]Kant, Immanuel, 1803, (LP): Pädagogik, en Kants Werke, tomo IX, pp. 437-500 [Pedagogía, trad. L. Luzuriaga y J.L. Pascal, Akal, Madrid, 2003].
).
Por otro lado, la educación permite mostrar a los jóvenes que las
desigualdades se originan de buscar “alcanzar ventajas sobre los otros”,
es decir, de la falta de igualdad de la libertad y de la independencia.
Por ello, la educación debe servir para formar a los jóvenes en “la
conciencia de la igualdad de los hombres en la desigualdad civil” (LP, 9: 498, [92]Kant, Immanuel, 1803, (LP): Pädagogik, en Kants Werke, tomo IX, pp. 437-500 [Pedagogía, trad. L. Luzuriaga y J.L. Pascal, Akal, Madrid, 2003].
).
En
cuanto a la relación entre la libertad y la coacción en la educación
del ciudadano, en “Respuesta a la pregunta ¿Qué es la Ilustración?”,
Kant dice que sólo en un Estado libre (republicano) se puede decir
“¡razonad tanto como queráis y sobre lo que queráis, pero obedeced!” (WE, 8: 41, [30]Kant, Immanuel, 1784, (WE): Beantwortung der Frage: Was ist Aufklärung?, en Gesammelte Schriften,
tomo VIII, pp. 33-42. [“Respuesta a la pregunta ¿Qué es la
ilustración?”, trad. C. Inchauspe de Sanz, Buenos Aires, Agebe, 2012,
pp. 23-30].
). Pues obedecer no es otra cosa que obedecer a las leyes co-legisladas por la voluntad de todo el pueblo (WE, 8: 40, [28]Kant, Immanuel, 1784, (WE): Beantwortung der Frage: Was ist Aufklärung?, en Gesammelte Schriften,
tomo VIII, pp. 33-42. [“Respuesta a la pregunta ¿Qué es la
ilustración?”, trad. C. Inchauspe de Sanz, Buenos Aires, Agebe, 2012,
pp. 23-30].
), y así dirigirse “hacia fines públicos o, al menos, impedir la destrucción de los mismos” (WE, 8: 37, [25]Kant, Immanuel, 1784, (WE): Beantwortung der Frage: Was ist Aufklärung?, en Gesammelte Schriften,
tomo VIII, pp. 33-42. [“Respuesta a la pregunta ¿Qué es la
ilustración?”, trad. C. Inchauspe de Sanz, Buenos Aires, Agebe, 2012,
pp. 23-30].
). Obedecer externamente no implica que no
tengamos la capacidad de servirnos de nuestro propio pensamiento, sino
que, por el contrario, todo hombre tiene la vocación de pensar por sí
mismo, lo cual requiere “la libertad de hacer un uso público de la
propia razón, en cualquier dominio” (WE, 8: 36, [24]Kant, Immanuel, 1784, (WE): Beantwortung der Frage: Was ist Aufklärung?, en Gesammelte Schriften,
tomo VIII, pp. 33-42. [“Respuesta a la pregunta ¿Qué es la
ilustración?”, trad. C. Inchauspe de Sanz, Buenos Aires, Agebe, 2012,
pp. 23-30].
). Kant concluye que una vez que se ha desarrollado “la inclinación y disposición al libre pensamiento”
el pueblo se siente más capaz de obrar libremente y el gobierno
“encuentra más provechoso tratar al hombre de acuerdo a su dignidad” (WE, 8: 41–42, [30]Kant, Immanuel, 1784, (WE): Beantwortung der Frage: Was ist Aufklärung?, en Gesammelte Schriften,
tomo VIII, pp. 33-42. [“Respuesta a la pregunta ¿Qué es la
ilustración?”, trad. C. Inchauspe de Sanz, Buenos Aires, Agebe, 2012,
pp. 23-30].
).
De hecho, para que los ciudadanos puedan alcanzar la autonomía moral dentro de un Estado libre e igualitario, el gobierno tiene la obligación de garantizar la educación tanto de sus ciudadanos como de sus políticos.
En principio, la educación tiene que ser “de arriba hacia abajo” (SF, 7: 92–93, [169–171]Kant, Immanuel, 1798, (SF): Der Streit der Facultäten in drei Abschnitten, en Gesammelte Schriften, tomo VII, pp. 1-116. [El conflicto de las facultades, trad. R. Aramayo, Alianza, Madrid, 2003].
; cfr. AP, 7: 328, [242]Kant, Immanuel, 1798, (AP): Anthropologie in pragmatische Hinsicht, en Gesammelte Schriften, tomo VII, pp. 117-330. [Antropología en sentido pragmático, trad. D.M. Granja, G. Leyva y P. Storandt, Fondo de Cultura Económica, Ciudad de México, 2014].
; LP, 9: 448, [37]Kant, Immanuel, 1803, (LP): Pädagogik, en Kants Werke, tomo IX, pp. 437-500 [Pedagogía, trad. L. Luzuriaga y J.L. Pascal, Akal, Madrid, 2003].
).
Es el Estado el que debe garantizar la formación de los jóvenes en
todos los niveles, en la enseñanza del hogar (enseñanza privada) y luego
en la escuela (enseñanza pública), con una cultura humanista y moral. Y
dado que los hombres son educados por otros hombres, el Estado tiene la
obligación de formar educadores adecuados, para educar tanto a los
ciudadanos como a los príncipes (LP, 9: 443, [31–32]Kant, Immanuel, 1803, (LP): Pädagogik, en Kants Werke, tomo IX, pp. 437-500 [Pedagogía, trad. L. Luzuriaga y J.L. Pascal, Akal, Madrid, 2003].
; LP, 9: 448, [37]Kant, Immanuel, 1803, (LP): Pädagogik, en Kants Werke, tomo IX, pp. 437-500 [Pedagogía, trad. L. Luzuriaga y J.L. Pascal, Akal, Madrid, 2003].
; SF, 7: 92, [170]Kant, Immanuel, 1798, (SF): Der Streit der Facultäten in drei Abschnitten, en Gesammelte Schriften, tomo VII, pp. 1-116. [El conflicto de las facultades, trad. R. Aramayo, Alianza, Madrid, 2003].
). Esta concepción de la educación desde arriba se refuerza con la idea que Kant expresa en la Paz perpetua, según la cual sólo de “una buena constitución” política se puede esperar una buena “educación moral” del pueblo (ZeF, 6: 366, [267]Kant, Immanuel, 1795, (ZeF): Zum ewigen Frieden, en Gesammelte Schriften, tomo VIII, pp. 341-386. [La paz perpetua, trad. F. Rivera Pastor, Porrúa, Ciudad de México, 2007].
). Por eso, el Estado también tiene que “reformase a sí mismo de vez en cuando y progresar continuamente hacia lo mejor” (SF, 7: 92, [170]Kant, Immanuel, 1798, (SF): Der Streit der Facultäten in drei Abschnitten, en Gesammelte Schriften, tomo VII, pp. 1-116. [El conflicto de las facultades, trad. R. Aramayo, Alianza, Madrid, 2003].
,
es decir, acercarse lo más posible a la idea de una constitución
perfecta republicana para dar el contexto a una educación moral de la
libertad, la igualdad y la independencia política de los ciudadanos.
Por
otro lado, si bien el Estado tiene la obligación de educar, sin
embargo, dice Kant, generalmente no tiene los medios suficientes para
financiarla, esto es, para los “establecimientos públicos” y para
“remunerar como es debido a los maestros y que éstos se dediquen con
ganas a su cometido”, porque el Estado “necesita todos los recursos para
la guerra” (IaG, 8: 28, [45]Kant, Immanuel, 1784, (IaG): Idee su einer allgemeiner Geschichte in Weltbürgerlicher Absicht, en Gesammelte Schriften, tomo VIII, pp. 15-30. [Idea de una historia universal desde un punto de vista cosmopolita, trad. E. García Belsunce, Prometeo Libros, 2008].
; SF, 7: 93, [170]Kant, Immanuel, 1798, (SF): Der Streit der Facultäten in drei Abschnitten, en Gesammelte Schriften, tomo VII, pp. 1-116. [El conflicto de las facultades, trad. R. Aramayo, Alianza, Madrid, 2003].
).
Pero lo más importante es que, si fuera el caso que el Estado no pueda
financiar la educación, por lo menos no tiene que impedir “los esfuerzos
del pueblo, por débiles y lentos que sean” para su formación (IaG, 8: 28, [45]Kant, Immanuel, 1784, (IaG): Idee su einer allgemeiner Geschichte in Weltbürgerlicher Absicht, en Gesammelte Schriften, tomo VIII, pp. 15-30. [Idea de una historia universal desde un punto de vista cosmopolita, trad. E. García Belsunce, Prometeo Libros, 2008].
).
En otras palabras, los Estados no deben impedir “los lentos esfuerzos
de los ciudadanos por llegar a una educación interior del pensamiento” (IaG, 8: 26, [43]Kant, Immanuel, 1784, (IaG): Idee su einer allgemeiner Geschichte in Weltbürgerlicher Absicht, en Gesammelte Schriften, tomo VIII, pp. 15-30. [Idea de una historia universal desde un punto de vista cosmopolita, trad. E. García Belsunce, Prometeo Libros, 2008].
).
Por
último, la educación es necesaria no sólo para hacer buenos ciudadanos y
buenos políticos, sino también para avanzar en la destinación humana,
es decir, para que “puedan seguir progresando hacia el bien” (SF, 7: 92, [170]Kant, Immanuel, 1798, (SF): Der Streit der Facultäten in drei Abschnitten, en Gesammelte Schriften, tomo VII, pp. 1-116. [El conflicto de las facultades, trad. R. Aramayo, Alianza, Madrid, 2003].
). En las Lecciones de pedagogía lo dice así:
El
hombre necesita de la formación escolástica o instrucción para llegar a
alcanzar todos sus fines. Le da un valor en cuanto a sí mismo como
individuo. La educación por la prudencia le hace ciudadano, porque
adquiere un valor público. Aprende con ella, tanto a dirigir la sociedad
pública a sus propósitos como a adaptarse a ella. Finalmente, por la
formación moral adquiere un valor en relación con toda la especie
humana. (LP, 9: 455, [45]Kant, Immanuel, 1803, (LP): Pädagogik, en Kants Werke, tomo IX, pp. 437-500 [Pedagogía, trad. L. Luzuriaga y J.L. Pascal, Akal, Madrid, 2003].
).
En
este sentido, la educación de los ciudadanos los prepara para dirigirse
al fin de su vocación, la de ser y obrar como miembros ciudadanos de
una “comunidad íntegra” o “sociedad cosmopolita” en la cual
desarrollarán todas sus disposiciones (WE, 8: 37, [25]Kant, Immanuel, 1784, (WE): Beantwortung der Frage: Was ist Aufklärung?, en Gesammelte Schriften,
tomo VIII, pp. 33-42. [“Respuesta a la pregunta ¿Qué es la
ilustración?”, trad. C. Inchauspe de Sanz, Buenos Aires, Agebe, 2012,
pp. 23-30].
; IaG, 8: 28, [45–46]Kant, Immanuel, 1784, (IaG): Idee su einer allgemeiner Geschichte in Weltbürgerlicher Absicht, en Gesammelte Schriften, tomo VIII, pp. 15-30. [Idea de una historia universal desde un punto de vista cosmopolita, trad. E. García Belsunce, Prometeo Libros, 2008].
; AP, 7: 333, [248]Kant, Immanuel, 1798, (AP): Anthropologie in pragmatische Hinsicht, en Gesammelte Schriften, tomo VII, pp. 117-330. [Antropología en sentido pragmático, trad. D.M. Granja, G. Leyva y P. Storandt, Fondo de Cultura Económica, Ciudad de México, 2014].
).
V. Conclusión
⌅En este trabajo se argumentó que el cultivo de la virtud y la educación son necesarios para el progreso de los seres humanos que viven en comunidades organizadas política y éticamente. Vimos que son necesarias porque dada nuestra naturaleza propensa a la corrupción moral y a los vicios, requiere cultivar y guiar las virtudes tanto para ser seres morales que eligen fines buenos, como para ser buenos ciudadanos y gobernantes, y dirigirse así a su destinación del desarrollo de sus disposiciones en una comunidad cosmopolita ética y política, y hacia el logro del bien supremo ético y político.
La humanidad está destinada a progresar hacia lo mejor, y ésta es una tarea y deber de toda la especie. Se trata de una tarea cultural, civilizatoria y moral, en la que cada ser humano debe aportar al cultivo colectivo de la virtud. Lo cual implica el cultivo de la autonomía tanto desde el punto de vista ético como desde el punto de vista político, incentivado por la educación para el obrar moral comunitario y la progresiva modificación de las constituciones históricamente existentes. De ello depende nuestro continuo progreso hacia nuestra destinación, que si bien tiene la garantía de la Providencia, requiere de nuestro trabajo activo y sostenido para su organización en una unidad íntegra cosmopolita.